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El dormir desde el punto de vista de la medicina

Dr. José Antonio Rodríguez Piedrabuena, especialista en Psiquiatría y Psicoanálisis.

Fuente. Blog Proa Comunicación:

OPINIÓN: Por José Antonio Rodríguez Piedrabuena, Especialista en Psiquiatría y Psicoanálisis

Domingo 05 de julio de 2020
Desde la infancia a la senectud se debe dormir entre siete u ocho horas, además de la siesta. No es verdad que las personas mayores deban dormir menos, pero los adolescentes sufren un reajuste de su ritmo circadiano y les da sueño más tarde. id:60508

Dormir menos durante días seguidos ataca al sistema inmunitario, duplica la posibilidad de desarrollar el cáncer, determina el desarrollo de demencia, y altera los niveles de glucosa en sangre porque aumenta la resistencia de las células para utilizarla y los endotelios de las coronarias se vuelven frágiles.

Cuanto menos duermas más corta será tu vida

El dormir es necesario para mejorar la memoria, la capacidad de aprender y tomar decisiones lógicas porque recalibra los circuitos emocionales. Recuerden la paz que sentimos después de una buena siesta.

Un sueño de calidad mantiene la flora bacteriana equilibrada entre las miles de familias que la componen. Disminuye la presión arterial, la cual aumenta en la segunda parte de la noche, por lo que la mejor forma de tratar la hipertensión es tomar la medicación por la noche.

Como toda la naturaleza, nosotros dependemos de los ritmos circadianos que regulan los procesos metabólicos, cardiovasculares, de temperatura, hormonales y, en buena medida, los nacimientos y las muertes. Dicha regulación depende de una central, el núcleo supraquiasmático en conexión con el hipotálamo, con sus 20.000 células dentro del cráneo y luego en cada célula, que activa durante el día muchos mecanismos cerebrales y corporales, disminuyendo su actividad durante la noche -sirve para aumentar la supervivencia-. La luz al amanecer alcanza los ojos y esta frena la glándula pineal en la producción de melatonina, que informa al cerebro y al cuerpo que acaba el sueño.

No tenemos ningún fármaco que realmente produzca el buen dormir, pues todos presentan algún inconveniente. Por ejemplo, la melatonina presente en una píldora, a algunas personas no les producirá ningún efecto. Yo suelo recetar triptófano porque es precursor de la serotonina que es neuromodulador sedante.

Todos tomamos café, pero la cafeína tiene una vida media de hasta siete horas y, además, con la edad se alarga esta eliminación. Necesitaríamos ocho horas para que se pongan en marcha todas las fases del dormir.

Tenemos sueño profundo no-REM y otro que lo es menos, así como el REM. Durante los primeros 90 minutos tenemos los dos no-REM y el REM, pero en la segunda parte predomina este último. ¿Que significa este galimatías?

Durante el día la actividad del cerebro es frenética, las ondas que registra la actividad global oscilan hasta cuarenta veces por segundo sin ningún patrón. Y esto se debe a que se han de coordinar, atender, registrar, activar, parar y procesar diferentes fragmentos de información; y remodelar, cohonestar ciento veinte estructuras semiautónomas, anotar y participar en las funciones autónomas del cuerpo. Todas las ondas del electroencéfalograma son asincrónicas, caóticas y así continúan en la parte del sueño no-REM inicial, pero en el no-REM profundo que descienden hasta dos o cuatro ondas por segundo. A partir de ahí es cuando se establece la paz.

Lo que ha ocurrido durante el dormir es que el cerebro prefrontal se ha estado comunicando en ondas de ida y vuelta con el cerebro occipital, visual. Ha desaparecido el caos en el que vivimos de día y parte de la noche porque miles de células han decidido unirse y emitir-recibir al mismo tiempo, abriendo comunicación entre regiones remotas. Es una de las razones por las que el sueño mejora el cerebro.

Esto trasladará paquetes de memoria desde la memoria inmediata -hipocampo- a la de largo plazo en las cortezas. Según algunos estudios es el efecto calmante y organizador de una buena terapia de grupo, cuando las ondas cerebrales colectivas se sincronizan. Está ya demostrado que, en momentos de trabajo colectivo, las ondas de todos los componentes del grupo se sincronizan. Por eso, la terapia de grupo produce un efecto profundo sanador y de cambios mentales y de salud física. También se sincronizan desgraciadamente para el genocidio, para la barbarie y el fanatismo.

Lo que ocurre durante el dormir es que tenemos una puerta de entrada de los cinco sentidos y de las señales de todo el cuerpo que llegan a una central llamada Tálamo, y que durante el dormir no da paso a todas estas señales a la parte superior del cerebro, que se relaja y procesa fragmentos de información a distintas velocidades, lo que quiere decir que cesa la conciencia.

El despertar se produce porque en la parte más antigua del cerebro -tronco cerebral- hay una capa de células dispersas -formación reticular- que activarán al tálamo y de ahí al hipotálamo para que den paso, otra vez, a los millones de mensajes que recibe; así pasamos al estado de vigilia. Curiosamente durante el profundo sueño REM, se dará curso solo a las señales que implican emociones, motivaciones, recuerdos que pasarán a las cortezas visuales y auditivas, para integrar, depurar y trabajarlas en formas de sueños. Así durante esta fase se remodela el sistema emocional. A poco sueño REM, poco control emocional y poca creatividad porque en esta fase del sueño se crean relaciones entre zonas cerebrales no relacionadas entre sí.

El alcohol elimina el sueño REM. De hecho, hay falsos diagnósticos de demencia que en realidad se deben a la falta de sueño profundo y reparador. Si dormimos menos de seis horas no puede restaurarse el aprendizaje, por lo que tendremos fracaso escolar. Si a cualquier edad se reducen las horas de sueño durante una semana se altera el nivel de azúcar en sangre y se altera el apetito. Los niños obesos actuales, al parecer un 30% tiene que ver con esta falta de horas de sueño. La falta de horas de sueño en niños y adolescentes estrangula la fase final del sueño rica en fases del sueño de consolidación de la memoria. Sometemos a los niños a madrugones que limitan los beneficiosos efectos del sueño

La hormona del crecimiento está muy activa, en el no-REM profundo, que por cierto es el momento en que se produce la señal de calma prolongada y moderador del sistema simpático, evitando la escalada del estrés, así como el efecto calmante sobre el ritmo cardiaco. Si privamos a los niños y adolescentes de este proceso se interrumpirá el dialogo anatómico establecido entre la memoria a corto y la permanente. Deviene así el fracaso escolar que el Gobierno tratará de camuflar bajando la calidad y la exigencia académica y el absentismo escolar. No parece que tengan interés en investigar a fondo este desinterés por el estudio.

Durante el REM el cerebro ha mandado una orden de parálisis total de nuestra musculatura, es por lo que en algunos sueños vivimos con angustia el no poder huir de algún ataque. No tenemos conexión con el sistema muscular voluntario, hay una flacidez muscular total.

Estamos intuyendo que lo que llamamos vida frenética moderna no es tal, sino que nuestro cerebro es un caos en sí mismo, con cada parte exigiendo su ración energética y su espacio. De ahí que algún día la terapia será obligatoria para tener mejor cerebro y mejor vida. Bueno, eso no va a suceder porque millones de personas no saben ni pueden, ni quieren pararse a ordenar y encontrar significado a sus actos, a su vida emocional, a sus fracasos emocionales; es más, están en contra, no saben, no quieren, desdeñan la posibilidad de regular y conocer las emociones, que es un rasgo de la inteligencia emocional.

El dormir poco, menos de seis horas, implica que las capacidades físicas disminuyan hasta un 20%, así como la fuerza muscular, las capacidades cardiovasculares, metabólicas, respiratorias y se reduce la saturación de oxígeno. El ejercicio moderado al levantarse mejora todo ello.

El sueño es la base que se sostienen a la buena dieta y el ejercicio. Ningún órgano del cuerpo escapa al daño de la falta de sueño. Cuanto menos, más probabilidades de sufrir paros cardiacos, especialmente a partir e la mediana edad. La falta de sueño, el mal dormir también se debe al sistema simpático, que activa en estado de alerta todos los sistemas, incita, agita y mantiene una alerta fuera de la conciencia que impide conciliar el sueño, las pesadillas y la mala calidad del mismo.

La hormona del crecimiento está muy activa en la primera etapa del sueño, los que se acuestan tarde o se van de marcha se la pierden. Interviene y regula el crecimiento en los jóvenes, el metabolismo general y aumenta la transformación de la grasa corporal en energía y disminuye los depósitos de grasa, por eso se puede engordar si no se duerme; aumenta la captación de las proteínas y mantiene la masa y fuerza muscular. Así mismo interviene en la reparación y construcción de nuevas células.

Con respecto de la denigrada siesta, es un magnífico medicamento para el cuerpo y la mente a lo largo de la jornada

La televisión está causando una pandemia de pérdida de sueño, lo ha comunicado la OMS para todos los países industrializados y lo relaciona con el aumento de enfermedades físicas, mentales y trastornos mentales. Se manifiestan en los extremismos sociales, los ataques a monumentos a la desesperada para encontrar un culpable a un malestar social. Una consecuencia entre muchas de la ceguera al elegir, a nivel mundial, líderes patrocinadores de la segmentación social, sin visión de largo plazo, con los que sus votantes se identifican y votan. A lo mejor no tengo razón y todo es resultado del bajo nivel de instrucción de la sociedad, del miedo, de la necesidad de localizar causantes para dar sentido a una angustia y desesperanza colectiva, a la falta de un ideal común para el que no contamos con líderes en ningún continente, pero la polarización siempre la hicieron los líderes y los ciudadanos -Hitler encontró a los judíos, otros encontraron el capitalismo- . Todos estos son síntomas claramente paranoicos si se dieran en un individuo aislado.

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