Airbus, Microsoft y Starbucks se fundaron durante la época de estanflación que caracterizó a la década de 1970, marcada por dos recesiones y uno de los peores mercados bajistas de la historia estadounidense. Poco después, Steve Jobs se metió en su garaje y creó una pequeña compañía llamada Apple.
La historia nos ha demostrado que las empresas fuertes encuentran la manera de sobrevivir, e incluso de crecer, en periodos de volatilidad y ante difíciles condiciones económicas. Aquellas compañías que son capaces de adaptarse y crecer en tiempos difíciles suelen presentar atractivas oportunidades de inversión a largo plazo. El análisis fundamental de enfoque bottom-up es la clave para distinguir estas compañías de aquellas otras que tienen más posibilidades de quedarse atrás.
¿Qué compañías se convertirán en líderes del mercado tras la crisis de COVID-19? Solo el tiempo, y el análisis exhaustivo, lo dirán.