Como en el pasado, la mayor parte de este paquete de estímulo se canalizará a través de nuevos gastos en infraestructuras. Esperamos que esto tenga un efecto dominó en otros sectores de la economía, promoviendo una aceleración de la producción industrial, la creación de empleo y, en última instancia, el consumo. Sin embargo, existe el riesgo de que esta política aumente los riesgos de la deuda a largo plazo. Como las infraestructuras de China ya están bien desarrolladas, el potencial de beneficios a largo plazo para la economía es limitado. Creemos que habría sido más eficaz desarrollar la Seguridad Social del país, lo que habría beneficiado directamente al consumo y habría contribuido, sin duda, a mejorar la confianza de los chinos en el futuro.
El banco central de china anunció a principios de mayo su intención de reducir los tipos de interés en un futuro próximo. Desde principios de año, el organismo ya ha hecho un tímido recorte de los tipos de interés. La recuperación de la economía china sigue viéndose frenada por la debilidad de las exportaciones, ya que la actividad sigue deprimida en la mayoría de los países que importan productos chinos. En mayo, las autoridades declararon su intención de acelerar la creación de nuevos créditos, lo que ya se refleja en las cifras (véase el gráfico) y que debería apoyar la actividad económica. En contraste con el crecimiento económico que siguió a la crisis financiera de 2009, la recuperación emergente se verá menos apoyada por un aumento del crédito del sector privado, ya que el endeudamiento privado en China ha aumentado bruscamente.
Países emergentes
Los países emergentes no han escapado a la creciente volatilidad de los mercados. La mayoría de las divisas emergentes se depreciaron bruscamente hasta finales de abril, principalmente debido a las salidas de capital sin precedentes de esos países, la caída de los precios de las materias primas y los recortes de los tipos de interés por parte de los bancos centrales. Desde principios de mayo, la mayoría de las monedas emergentes se han recuperado, y los inversores han vuelto en masa a los activos de riesgo. Más de 80 países en desarrollo con dificultades de financiación han solicitado asistencia financiera al Fondo Monetario Internacional desde el comienzo de la crisis.
La trayectoria de la deuda pública en algunos países emergentes es cada vez más preocupante. Este es el caso principalmente de Sudáfrica y Brasil, mientras que para otros países (México, la India, Rusia, Indonesia), la deuda pública debería mantenerse relativamente estable en los próximos años. El Fondo Monetario Internacional prevé que el crecimiento económico de la India e Indonesia se acerque al 0% este año (estos países tenían algunas de las tasas de crecimiento más altas antes del brote de coronavirus). En el caso de otros grandes países emergentes (México, Brasil, Sudáfrica, Rusia), se espera que el crecimiento económico sea negativo en más del 5% en 2020. Los casos de contagio siguen aumentando de manera preocupante en Brasil, Rusia y la India.