Hotel The Oitavos 5*, el proyecto arquitectónico luso en el que vanguardia y naturaleza se funden en un mismo concepto

Entre las aguas que bañan la imponente costa Atlántica de Cascais y la frondosa vegetación del Parque Natural Sintra-Cascais, emerge de manera sutil una estructura de vidrio y acero que se funde en el paisaje con su entorno, bañado por las dunas naturales y los extensos pinares. id:61759

Cuando la familia portuguesa de los Champalimaud decidió levantar este alojamiento de elegancia informal, tenía como objetivo culminar el proyecto familiar de desarrollo urbanístico y sostenible de esta zona conocida como Quinta da Marinha, y que fue adquirida por su bisabuelo a principios del siglo XX. Pero, no podía tratarse de un proyecto cualquiera, debía proyectarse como alojamiento que acogiese los servicios más exclusivos sin entorpecer el entorno. La arquitectura que alberga el hotel The Oitavos 5* está inspirada por la belleza atemporal de la costa atlántica, permitiéndole estar inmerso en plena naturaleza, sin competir con ella y siendo parte de la misma. Su diseño audaz, de líneas elegantes descubre un interior sin elementos superfluos, simple pero acorde con un entorno. Todo se focaliza para el disfrute de un exterior de naturaleza salvaje y protegida junto al océano Atlántico que inspira e impregna cada rincón, cada línea y cada color.

The Oitavos es un proyecto del conocido arquitecto y artista portugués José Amaral Anahory, y encaja a la perfección en el ecosistema natural con un diseño no intrusivo. El azul del cielo y el mar se combinancon los amarillos y verdes de los árboles y lasflores silvestres, mientras distintas esculturas y pinturas contemporáneas de distintos artistas portugueses proporcionan un toque extra de sofisticación. El interior está protagonizado por espacios comunes muy amplios y diáfanos e impregnados de luz natural. El empleo del vidrio como material principal proporciona espectaculares panorámicas del entorno desde cualquier punto del hotel, pudiendo disfrutar de increíbles amaneceres y atardeceres.

El vestíbulo principal que integra el hall y el “Lounge” o área gastronómica del hotel con el restaurante Ipsylon y el Sushi Bar, posee casi 2.000m2 de superficie, y todo ello está impregnado de una sensación de libertad y calma gracias a la decoración en tonalidades suaves de azul que toman como referencia el océano. La distancia social y la privacidad son una impronta marcada por la filosofía del hotel desde sus inicios.

The Oitavos dispone de 14 habitaciones, 126 Lofts, 2 Suites y una Villa con una suite.

Todas ellas con terraza privada con vistas al mar o al campo de golf. Situadas en el primer piso, las habitaciones de diseño cuentan con mínimo de 40 m2, con una zona de baño separada y completamente independiente, así como un pequeño salón. Están divididas en categorías Superior y Premium, siendo la principal diferencia entre ellas la orientación con vistas al amanecer o atardecer.

Los Lofts están diseñados para garantizar una experiencia totalmente confortable y están perfectamente equipados con 64 m2 de superficie. Se caracterizan por ser suites de planta abierta con el baño integrado. Todos disponen de una amplia zona de estar, balcón privado con vistas al Atlántico o al prestigioso campo de golf, Oitavos Dunes.

En una categoría superior de alojamiento, The Oitavos dispone de 2 Master Suites orientadas a la puesta de sol: The Atlantic, tiene una superficie de 136 m2, situada en la esquina noroccidental; y The Oitavos, con una superficie de 120 m2, situado en la esquina suroeste del hotel y 180.grados de vistas al océano Atlántico.

Para garantizar el máximo disfrute de sus huéspedes, el hotel también cuenta con una infinity pool exterior, climatizada y de agua salada, que permite disfrutar de un baño en medio de la naturaleza con una increíble sensación de libertad.

Sin lugar a dudas, The Oitavos es mucho más que un hotel. Es un lugar único en el que la vanguardia y la naturaleza se funden en uno para construir una atmósfera de calma, serenidad y desconexión. Un paraíso oculto entre montañas y dunas donde cada huésped es el auténtico protagonista.