El comisario de Comercio, Phil Hogan, ha declarado lo siguiente: «Hemos ofrecido a Camboya oportunidades comerciales para que desarrolle una industria orientada a la exportación y dé empleo a miles de camboyanos. Ahora, en estas difíciles circunstancias provocadas por la pandemia, seguimos estando a su lado. No obstante, este apoyo continuo por nuestra parte no disminuye la urgente necesidad de que el país respete los derechos humanos y laborales. Estoy dispuesto a mantener nuestro compromiso y a restablecer plenamente el libre acceso de los productos procedentes de Camboya al mercado de la Unión, siempre y cuando veamos mejoras sustanciales a ese respecto».
La retirada del acceso preferencial al mercado de la Unión afecta a aproximadamente el 20 % de las exportaciones de Camboya a la UE. El país puede seguir exportando esos productos, pero estarán sujetos a los aranceles generales aplicables a cualquier otro miembro de la Organización Mundial del Comercio. El 80 % restante de las exportaciones del país seguirán beneficiándose de un acceso preferencial (libre de derechos y de contingentes) al mercado de la Unión Europea.
La Comisión, junto con el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), mantendrá su sólido compromiso con Camboya. La Unión Europea continuará supervisando la situación en el país, con especial atención a las actuales restricciones en el ámbito de la libertad de expresión y de los derechos civiles y políticos, así como a los conflictos de tierras y a los derechos laborales en el contexto de las reformas en curso.
La Unión Europea es consciente del gran impacto de la pandemia de COVID-19 en la economía y el empleo de Camboya y está dispuesta a apoyar al país en su lucha contra la crisis y en pro de la recuperación económica. Esto, sin embargo, no exime de la urgente necesidad de garantizar el respeto de los derechos humanos y laborales en el país.
Desde febrero de 2020, fecha en que se adoptó la decisión de la Unión sobre la retirada parcial, el Gobierno de Camboya podría haber adoptado en cualquier momento las medidas necesarias para cumplir las condiciones que habrían permitido a la Unión Europea restablecer plenamente el acceso preferencial a su mercado, concedido en el marco del régimen TMA. La situación no ha cambiado.
Las autoridades camboyanas deben tomar medidas para restablecer las libertades políticas en el país y las condiciones necesarias para la existencia de una oposición democrática y creíble, e iniciar un proceso de reconciliación nacional mediante un diálogo auténtico e inclusivo. La Comisión y el SEAE ya han indicado a las autoridades del país en numerosas ocasiones cuáles son las medidas necesarias, y también las han descrito en el Reglamento Delegado de la Comisión. Entre ellas se cuentan el restablecimiento de los derechos políticos de los miembros de la oposición y la derogación o revisión de ciertas leyes, como la de Partidos Políticos y la de Organizaciones No Gubernamentales. Si el Gobierno de Camboya demuestra que toma medidas significativas, especialmente en materia de derechos civiles y políticos, la Comisión podrá revisar su decisión y restaurar las preferencias arancelarias con arreglo al régimen «Todo menos armas», en consonancia con las disposiciones del Sistema de Preferencias Generalizadas de la Unión.
Antecedentes
El régimen «Todo menos armas» (TMA) forma parte del Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) de la Unión. El SPG permite que los países en desarrollo vulnerables se beneficien de derechos reducidos o de exportaciones libres de derechos a la Unión y, por ende, estimula el crecimiento económico de dichos países. Se trata de un acuerdo unidireccional: no requiere reciprocidad con respecto a las exportaciones de la Unión. A través del régimen de TMA, la Unión Europea concede un acceso libre de derechos y de contingentes a su mercado a todos los productos, excepto armas y municiones, procedentes de los países menos adelantados (según la definición de las Naciones Unidas). De conformidad con el Reglamento SPG, las preferencias arancelarias pueden suspenderse en caso de «violación grave y sistemática de los principios» establecidos en los convenios sobre derechos humanos y laborales enumerados en el anexo de dicho Reglamento.
Sobre la base de graves preocupaciones por el deterioro de los derechos políticos, humanos, laborales y de tenencia de la tierra en Camboya, la Comisión inició en febrero de 2019 un procedimiento de retirada de las preferencias concedidas al país en el marco del régimen TMA. El 12 de noviembre de 2019, la Comisión presentó a Camboya un informe en el que probaba la existencia de violaciones graves y sistemáticas de los principios clave consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) en relación con la participación política, la libertad de expresión y la libertad de asociación en el país. Sin perjuicio de las graves preocupaciones existentes, el informe también destacaba los progresos tangibles en cuanto a los derechos laborales y a la resolución de litigios de tierras en el sector del azúcar. El 12 de febrero de 2020, tras el período de presentación de observaciones, la Comisión adoptó un Reglamento Delegado sobre la retirada temporal y parcial de las preferencias arancelarias concedidas a Camboya en el marco del régimen TMA. El Reglamento entró en vigor el 25 de abril de 2020 y será aplicable a partir del 12 de agosto de 2020.