El inicio de este conflicto se remonta a enero de este 2020, cuando la compañía japonesa, que cotiza en la bolsa de Tokio, anunció el lanzamiento de un juego para móviles sobre robots con el nombre de Medarots, MEDABOTS en japonés, actualmente descargable desde cualquier dispositivo a nivel mundial, a pesar de que su lanzamiento se limitó al mercado japonés.
Comadrán solicitó a principios de este 2020 que se retirara del mercado el juego o en su defecto cambiara de nombre para seguir comercializándolo, pero la compañía japonesa no realizó ninguna acción de rectificación, por lo que mediante el bufete GrantThornton, presentó una demanda ante el Tribunal de la Marca de la UE, el cual ha dictado medidas cautelares “consistentes en ordenar a la entidad mercantil ImagineerCo.Ltd, la abstención de comercializar el videojuego infractor a través de las plataformas Google Play, APP Store u otras de forma que permitan la descarga del mismo en territorio de la Unión”.
La adquisición de la marca
En 2018, la marca MEDABOTS y los derechos asociados de comercialización fueron adquiridos a nivel internacional por el español, Kevin Comadrán, con la intención de crear un juego descargable en Android e iOS, cuyo desarrollo había iniciado un año antes.
“Mi intención era desarrollar un juego descargable para Android e iOS y más adelante en otras plataformas, parecido al de batallas de robots con el que jugaba cuando era niño. El proyecto requería de una fuerte inversión en programación para partir de un diseño completamente original y adaptarlo a los nuevos tiempos y a las necesidades de la tecnología actual”, explica Kevin Comadrán, actual propietario de la marca MEDABOTS.
Entonces Comadrán comprobó que la marca MEDABOTS, conocida entre los fanáticos del Manga en los años noventa, estaba libre, expirada y en desuso desde hacía muchos años. Momento en el cual decidió registrarla para comercializar su juego en todo el mundo cuando tuviera el desarrollo finalizado.
A día de hoy ni Google ni Apple han tomado medidas a pesar de haber sido requeridos judicialmente y el juego de la multinacional japonesa sigue comercializándose a través de sus plataformas. Actualmente Kevin Comadrán, como propietario actual de la marca afirma que “me siento como una hormiga luchando contra un gigante”.