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Importancia del mantenimiento de la caldera

Red Econ | Viernes 28 de agosto de 2020
Aunque estemos en pleno verano y lo último en lo que se piensa es en tener activo un aparato que aumenta el calor de una vivienda, debes saber que las calderas deben cuidarse con mucha atención y mimo durante todo el año. id:62477

El buen Mantenimiento de calderas es fundamental para tener un hogar en perfectas condiciones, para estar en una vivienda que ofrezca todas las comodidades posibles.

¿Por qué tanta importancia? Esa es una cuestión que vamos a abordar en profundidad aquí, no solo por las ventajas que trae, sino también por los inconvenientes que pueden surgir de un mal mantenimiento. Si tenías dudas, vas a tener bien claro por qué esta maquinaria debe estar siempre en el mejor estado posible.

La relevancia del buen mantenimiento de calderas

Olvida la idea de que seguir una rutina de supervisión y mantenimiento de las calderas en tu hogar es un gasto superfluo, porque es todo lo contrario. En primer lugar, teniendo una caldera bien mantenida y equipada, podrás conseguir un sistema de climatización mucho más eficiente. Cualquier pequeña fuga u obstrucción puede hacer que el equipo no funcione como es debido y, por lo tanto, tenga que consumir más energía para conseguir el mismo propósito. En efecto, se traduce en un gasto mayor.

Si tu caldera está en perfectas condiciones, será menos exigente para funcionar con el rendimiento adecuado y, por lo tanto, conseguirás un mayor ahorro. Al final de mes, dispondrás de más presupuesto para otros gastos, o incluso para ahorrar si así lo deseas. Además, también es importante destacar que, si se llevan a cabo unas buenas labores de mantenimiento, es mucho más difícil que surja una gran avería que requiera un cambio o una reparación seria.

Y eso es muy importante, porque, generalmente, las reparaciones de calderas suelen ser costosas, sobre todo si lo que falla son piezas de gran valor o difíciles de encontrar. Si tienes cerca a buenos profesionales que hagan revisiones periódicamente, estas situaciones serán mucho menos frecuentes y, aunque tengas que hacer un gasto con cierta periodicidad, nunca llegarás a los niveles que supone tener que pagar una reparación por una avería grave.

Asimismo, todo esto del mantenimiento acaba siendo también una cuestión que deriva de la seguridad para todas las personas que habitan en el inmueble. Si esta maquinaria falla gravemente, puede provocar serios problemas ya no solo por su mal funcionamiento, sino también a nivel de estructura. Son máquinas que trabajan con altas temperaturas y altas presiones, y a veces una fuga puede derivar en una inundación o incluso en quemaduras. No es algo que se deba subestimar.

Averías más frecuentes

Hablamos mucho de posibles averías, pero, ¿cuáles son las más frecuentes? Una de las más habituales es que no haya agua caliente. Normalmente es algo que se debe a un problema con la presión del agua o la rotura de alguna de las válvulas que controlan el flujo de agua caliente en el circuito de calentamiento de la caldera. Otro de los problemas más habituales es el de los ruidos, si no son los que suele hacer la maquinaria, como por ejemplo un silbido, pueden ser porque haya aire en el circuito.

Aunque también pueden ser, de nuevo, problemas de presión o fallos de la bomba. Esto último sucede sobre todo con modelos que tienen ya cierta antigüedad. El paso del tiempo no perdona, y el deterioro acaba haciendo que este componente tan importante deje de funcionar como debería. En caso de ser eso lo que falla, debe sustituirse cuanto antes, porque un fallo en la bomba al final puede derivar en un fallo de la caldera al completo.

En caso de que haya fugas de agua, otra de las averías más frecuentes, la solución está en la válvula de seguridad, aunque antes hay que comprobar siempre que los niveles de presión son los adecuados. Asimismo, si a la hora de una ducha o de usar agua caliente en general, se cuelan chorros de agua fría, también puede ser que haya un problema con la sonda de temperatura.

Ventajas de un buen mantenimiento

Lo bueno de tener un buen mantenimiento es que, al hacerse revisiones periódicas, estos fallos nunca irán a más. Aquellos que se deban al deterioro de piezas, simplemente no se dan, ya que cada vez que se comprueba el estado general de la caldera se repasan sus componentes y piezas y, en caso de haber alguna en peor estado, se cambia en el menor tiempo posible.

Al final, el mantenimiento de calderas profesionales, si se hace con periodicidad, deriva en una mejor calidad de vida. Siempre tendrás el agua caliente cuando la necesites y, además, no tendrás que pagar ni un céntimo de más en cuanto a consumo energético. Todo estará perfectamente equilibrado y, al mismo tiempo, con las mejores calidades.

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