¿Este anuncio supone un cambio? La verdad es que no.
La Reserva Federal ya estaba extraoficialmente en modo de objetivo de inflación promedio. En 2018 enfatizó un objetivo de inflación "simétrico" de 2%, lo que significaba que apuntaba a un exceso respecto al objetivo del 2% tras un período por debajo del mismo. De hecho una inflación persistentemente baja fue la justificación, junto con crecientes tensiones entre EEUU y China, para tres recortes de tipos de interés de "seguro" en 2019.
Más aún, en realidad el anuncio es mucho menos ambicioso de lo que algunos esperaban. Determinados economistas han estado pidiendo que suba su objetivo de inflación hasta 3%, por ejemplo. Otros quieren que pase a una meta nominal de PIB (para tener en cuenta las deficiencias de actividad económica, no sólo de inflación). Además filosofías aún más radicales, como la Teoría Monetaria Moderna (MMT), están de moda.
No obstante el enfoque de política monetaria muestra que, con los tipos de interés en su límite inferior cero, las preocupaciones de "Japonización" están muy vivas. De hecho la Reserva Federal, a pesar de su política monetaria extremadamente acomodaticia a lo largo de los años, no ha logrado aumentar la inflación al 2% y las expectativas de inflación promedio han tendido a disminuir, por lo que la difícilmente podría alcanzará el 2,5%, un objetivo aceptable. Además, algunos críticos piensan que la persistente flexibilidad monetaria principalmente se traduce en aumento de los precios de los activos en lugar de mayores precios al consumo.
Es posible especular con que la declaración de Powell oculta un enfoque de política difícil de explicitar. Por nuestra parte venimos argumentado desde mucho tiempo que se enfrenta a un "régimen de dominio de la deuda" y teme desencadenar una recesión si establece una política monetaria más estricta. Ahora bien, en sus esfuerzos por evitar tal recesión ha ayudado a alimentar una burbuja de deuda y a aumentar el riesgo moral. Ahora, como consecuencia de la crisis Covid-19, dado el fuerte aumento de unos ya altos niveles de deuda pública y privada, cabe preguntarse si en realidad la Reserva Federal está atrapada en este régimen de deuda.
El caso es que a corto plazo, el comentario de Powell, hace más probable que en breve la Reserva Federal amplíe sus compras de activos, actualmente 120.000 millones de dólares al mes. Hay que tener en cuenta que ha habido signos de aplanamiento de la recuperación económica durante el verano (como las reclamaciones semanales de desempleados y el índice de confianza de los consumidores). Además, la vacilación del Congreso en cuanto a ampliar el actual estímulo fiscal puede conducir a una fuerte disminución del gasto de los consumidores las próximas semanas.
De manera que la meta de inflación promedio es para la Reserva Federal una buena excusa para inyectar más liquidez al sistema.