Para la gran mayoría de empresas, el coste del alquiler del contador de electricidad supone un gasto más a considerar en las facturas de electricidad que se pagan cada mes más si se tiene en cuenta la difícil situación en el que se encuentran algunas empresas.
Según la ley, el consumidor final de la energía tiene la posibilidad de tener el contador eléctrico en propiedad, siempre y cuando éste sea homologado y la distribuidora realice el precintado de este. Actualmente, el coste final del alquiler de un contador depende de la tarifa eléctrica y de la distribuidora, pero éste fluctúa desde los 10 hasta los 120 euros al mes.
“La empresa distribuidora es quien realiza las lecturas del contador y pasa la información a la compañía comercializadora. Esto hace que la información no esté disponible para el cliente, excepto la que aparece en las facturas eléctricas: kWh consumidos, kVArh de reactiva y potencia máxima demandada. Esto es todo lo que el consumidor final obtiene”, mantiene Marta Gomà, Socia de Ipsom.
8 MOTIVOS PARA EL CAMBIO DE ALQUILER A PROPIEDAD
Los expertos de Ipsom señalan principales ventajas de pasar de la modalidad de alquiler a propiedad:
Aseguran los expertos de Ipsom que una de las principales preocupaciones ante el planteamiento de un cambio de contador para la empresa es si dicho cambio implica o no un corte de tensión que pueda alterar el ritmo de trabajo normal de una compañía. “La respuesta es que no. En la gran mayoría de suministros, con medida indirecta, el cambio de contador no implicará quedarnos sin electricidad en nuestra instalación”, mantiene Marta Gomà.
Por otro lado, la consultora energética señala que el proceso de cambio, que implica la coordinación con la empresa distribuidora para quitar el contador de alquiler e instalar el de propiedad queda íntegramente en manos de la empresa especializada, y no requiere de ninguna gestión directa por parte de la empresa.