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¿Cómo es el trabajo de un asesor inmobiliario?

Redacción | Lunes 19 de octubre de 2020
Presentes tanto en la gestión como en la visita de un inmueble, los asesores o agentes inmobiliarios son una figura indispensable en nuestra sociedad. id:64185

Dotados de unas grandes capacidades de organización y de comunicación, su tarea es imprescindible para acceder a un hogar. Pero, ¿cómo traja exactamente un asesor inmobiliario?

En la frontera entre lo comercial y lo administrativo

La compra de un inmueble es tanto un proceso que requiere de una gran precisión y claridad como, a su vez, unas grandes dotes de comunicación por cuanto se refiere a quien nos proporciona información al respecto. En ese último punto, el vínculo que se establece entre el comprador y la agencia inmobiliaria es fundamental para pasar de un mero deseo utópico, el de adquirir una vivienda, a alcanzar la fiabilidad y confianza necesarias como para proceder a ello. Justamente, es ese el objetivo primordial bajo el que debe regirse un asesor inmobiliario. Cuya presencia y proyección personal contribuirán sobremanera a la compraventa de un hogar.

Como es evidente, la labor inmobiliaria está sujeta a muchas tareas que, a menudo, subyacen a los ojos del comprador. Detrás de esa visita amena a un espacio que, quizá, un día habitaremos al fin, hay un trabajo de constancia y de dedicación que, de no ser por él, enfriaría nuestro propio contacto con una suerte de arquitectura que apodamos hogar. Pero, si bien imaginamos la figura del asesor inmobiliario como la de un individuo que aparece para brindarnos datos de todo tipo sobre un inmueble, la realidad es que su trabajo va más allá de ese plano. Abriendo un amplio espectro que va desde el estadio comercial, hasta el administrativo.

¿Cuál es la función de un asesor inmobiliario?

A grandes rasgos, y aunque de forma redundante, un asesor inmobiliario es aquel individuo cuya labor es la de asesorarnos sobre distintas cuestiones acerca de un inmueble. Lejos de cuanto podamos leer en una pequeña descripción de una vivienda, el asesor inmobiliario nos sitúa también en el estadio vívido de respirar en dicho espacio. Pero, además de poder aunar una descripción espacial y arquitectónica a cómo podría ser nuestra existencia en ese ecosistema concreto, también nos brinda todo cuanto es preciso saber sobre el papeleo inmobiliario. Ya que el trabajo de oficina forma también parte de su labor.

Es decir, por una parte, encontraríamos el trabajo puramente comercial, donde el asesor inmobiliario se convierte en mediador entre los interesados, pero también en buscador de nuevos inmuebles de compraventa o alquiler. Mientras que, por otra, el asesor inmobiliario se establecería en el ámbito legal y burocrático de todo ese proceso. Una relación entre dos mundos sumamente necesaria. No tan sólo por cuanto concierne a un trabajo inmobiliario de calidad, sino también porque, como se ha mencionado, su presencia en distintos estadios otorga fiabilidad. Estrechando una relación comercial que aúna múltiples tareas.

Sueldo y tipos de asesor inmobiliario

Otro de los puntos que más interesa a quienes desean convertirse en asesor inmobiliario es, como es evidente, las ganancias. Cuyos límites y expectativas, además, funcionan según la tipología de asesor inmobiliario. Dependiendo de la política interna de cada agencia, los asesores inmobiliarios pueden ser autónomos, independientes o con sueldo y comisiones. Mientras que el asesor inmobiliario autónomo se desarrollará como tal y manteniendo exclusividad con una agencia, el asesor independiente puede trabajar con distintas agencias inmobiliarias. Sin embargo, el agente inmobiliario con sueldo y comisiones sí estará contratado concretamente por una agencia.

Cuanto a las mencionadas ganancias, como ya podrá intuirse, su variabilidad tiene como fundamento el tipo de asesor inmobiliario. Si bien un asesor inmobiliario a sueldo recibirá una retribución acordada por la agencia inmobiliaria, los asesores independientes y autónomos deberán sus ingresos mensuales a su propia decisión y acuerdo previo sobre el precio con la agencia. Entendiendo, además, que estarán sujetos a las cuotas de autónomo. Dibujando un margen especulativo sobre el capital concreto que puede alcanzar un asesor inmobiliario, aunque sujeto también a su agencia y ubicación, un asesor inmobiliario puede percibir anualmente desde 20.000 a más de 50.000 euros.

Aptitudes y conocimientos de un asesor inmobiliario

Con todo, resulta evidente que un asesor inmobiliario precisa de una gran capacidad de organización. Aunque nuestra experiencia como compradores pueda limitarse a la visita de unos pocos inmuebles y el posterior papeleo, su flujo de trabajo puede ser francamente expansivo. Y, si bien España es uno de los pocos Estados miembro de la Unión Europea cuyos asesores inmobiliarios no requieren de una titulación específica, es cierto que cabe recopilar ciertos conocimientos para ejercer el oficio. Desde algunas cuestiones básicas sobre su cartera de inmuebles, hasta todo cuanto ataña a un mínimo de conocimientos legales.

Por supuesto, dentro de su abanico de aptitudes debe entrar también, y con una relevancia nada desdeñable, una sobrada capacidad de empatía y profesionalidad. El asesor inmobiliario debe entender al comprador. Conocer sus dudas, su visión y sus expectativas a fin de dar con la vivienda ideal según el caso. Asimismo, su curso en el mercado debe gozar de una capacidad de adaptación sólida, dado que a cada cambio es precisa una respuesta rápida y efectiva. En definitiva, un individuo que asesora, ofrece y muestra y cuya meta es, sin lugar a dudas, hacer del sueño de vivir en la vivienda perfecta una realidad.

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