La energía fotovoltaica en España
El informe de la UNEF coloca al año 2019 como el mejor en toda la historia de España en relación con la instalación de megavatios de energía fotovoltaica. Las cifras concretas son de 4.752 MW, más del doble que las de 2008; año al que se correspondía el anterior récord.
Para tener una idea de las dimensiones de estos datos, considérese que entre 2009 y 2018 se instalaron 1.852 MW. En 10 años, por tanto, se instalaron poco más de un tercio de lo que hizo en 2019. La cifra para este año contrasta circunstancialmente con la del año anterior, la cual se situó solamente en 262 MW.
La apuesta por luces con paneles solares, los programas incentivados a nivel gubernamental y europeo y la variedad de ofertas de este tipo de energía son solo algunas de las razones que motivaron el aumento.
En cuanto a las importaciones, las empresas generaron un impacto de 3.540 millones de euros, representando un aumento de 54 % en relación con las cifras de 2018.
Las repercusiones de todo esto no solo tienen un impacto medioambiental, sino también económico. La contribución directa al Producto Interno Bruto del país fue de 3.220 millones de euros, aproximadamente 0,26% del total para ese año. Considerando todos los puestos de trabajo, el sector incorpora un total de 58.699 trabajadores, según datos recogidos por la misma UNEF.
José Donoso, director de la Unión Española Fotovoltaica, apuntó que la demanda de empresas dedicadas a este sector y la reducción de costes los últimos 10 años, en torno al 90%, han contribuido directamente a que el 2019 haya sido el mejor para la energía solar en el país.
Beneficios de la energía solar
El uso cada vez más común de los paneles solares se debe a los beneficios directos que generan en todos los usuarios. Teniendo en consideración los más importantes, algunos de estos son:
La proliferación de empresas dedicadas a ofrecer este tipo de energía va en aumento, de manera que en los próximos años serán aún más los españoles que podrán acceder a trabajos relacionados directa o indirectamente con la producción fotovoltaica.
Otro elemento a destacar es que la energía puede ser compartida por una comunidad de vecinos. No todas las viviendas cuentan con el espacio o las condiciones para instalar paneles solares, de manera que el excedente de producción de MW puede ser destinado a los vecinos. De hecho, esto se ha incentivado a través de la instalación de estaciones comunitarias.
Por todo esto, el futuro de un consumo sostenible y amigable con el medio ambiente hoy es una realidad como en ningún otro momento. En 2 o 3 décadas su uso, en conjunto con otras fuentes de energía renovables como la eólica, desplazará por completo a aquellas que generan un mayor impacto en el planeta.
Para conseguir esto, se debe empezar desde hoy, y cifras como las mencionadas contribuyen a ganar terreno frente al optimismo.