En el mes de marzo CETRAA y CONEPA presentaron conjuntamente una memoria justificativa que apoyara su solicitud de ERTE urgente por fuerza mayor para los talleres, previendo una avalancha de casos. Los resultados del estudio han confirmado la idoneidad de la propuesta, han ratificado la importancia de las ayudas al sector y reflejan un futuro complicado, aunqueno del todo pesimista para los talleres. El primer dato revelador es que 2 de cada 3 talleres españoles con personal contratado por cuenta ajena se han acogido a ERTES desde la declaración del Estado de Alarma y 1 de cada 4 sigue teniendo algún trabajador, a tiempo parcial o completo, en esta situación.
Por otra parte, el 38% de los talleres ha visto caer su actividad entre un 30 y un 50% y para un 21% la actividad ha disminuido más del 50%. Estas cifras, que evalúan el impacto de situación desde la declaración del Estado de Alarma, el 14 de marzo, hasta septiembre, concuerdan con las de la caída de la facturación, con descensos superiores al 50% en el 17% de los casos y de entre el 30 y el 50%para el 42% de los talleres encuestados, como consecuencia especialmente del desplome de la demanda durante el confinamiento general de la población española en los primeros meses de la pandemia.
En el marco de estos datos evidentemente negativos, cabe destacar positivamente que tan solo el 12% de los talleres ha tenido que recurrir a despidos y el 67% espera poder terminar el año sin despedir a nadie, lo que confirma la confianza en la recuperación del mercado de la reparación y mantenimiento de vehículos, al considerar la actual situación como coyuntural y ligada a la situación sanitaria.
Por último, el estudio quería sondear a los profesionales de la reparación sobre qué apoyos y obstáculos se habían encontrado a lo largo de la pandemia. Los talleres concuerdan mayoritariamente en que la principal medida que les ha ayudado son los créditos ICO (37,1%) seguida por el aplazamiento fiscal o fraccionamiento de pagos (20,9%). Desde el punto de vista de las incidencias operativas de la empresa, la mayor dificultad ha sido el abastecimiento de materias primas (59,8%). Es interesante señalar que, muy lejos después en la votación, se encuentran los problemas para adaptar las instalaciones a los protocolos antiCOVID19 (15,5%), recalcando la alta adaptación del colectivo ante situaciones nuevas y complejas.
CETRAA y CONEPA coinciden en que estas conclusiones son de gran relevancia ya que presentan datos objetivos de valor, necesarios para trasladar al Gobierno y demás autoridades competentes las necesidades e intereses de un sector con tan alta incidencia en la seguridad vial y el medioambiente.