Basándose en una tasa anual compuesta del 29%, el análisis de Deloitte estima que se venderán 11,2 millones en 2025 y 31,1 en 2030. Los automóviles totalmente eléctricos coparán el 81% de las ventas del total de coches eléctricos, superando a los modelos híbridos enchufables.
Deloitte identifica una serie de factores que comportarán el crecimiento del vehículo eléctrico en los próximos 10 años; como el cambio de precepción de los consumidores y la eliminación de varias de las barreras de adopción de la tecnología.
Jordi Llidó, socio responsable de la industria de Automoción y Fabricación de Deloitte en España, afirma que “el alto coste de muchos coches eléctricos frenó el interés de algunos compradores al principio, pero a medida que el precio de los modelos se vaya equiparando a los de gasolina y diesel, el número de posibles compradores aumentará. Una gama más amplia de nuevos modelos eléctricos, junto con un mercado creciente de segunda mano, hará que el vehículo eléctrico se convierta en una opción viable para muchos usuarios”. Jordi Llidó incide en que “superar las inquietudes de los usuarios respecto a la autonomía de los vehículos y las infraestructuras de recarga, será clave para que la movilidad eléctrica sume nuevos adeptos.”
El estudio identifica algunos factores adicionales de crecimiento de la tecnología eléctrica, que incluyen un entorno regulatorio favorable, ya sea en forma de incentivos fiscales u objetivos en materia de emisiones, así como el lanzamiento de nuevos modelos eléctricos que abarquen todos los rangos de mercado, desde los más asequibles a los más premium. Paralelamente, dado que los automóviles de empresa y las flotas históricamente representan la mayor parte de las ventas de nuevos vehículos, un cambio a los modelos eléctricos a nivel corporativo contribuirá a acelerar la transición global a la movilidad eléctrica.
El efecto de la crisis sanitaria en el sector
Las medidas de confinamiento puestas en marcha a raíz de la pandemia de la Covid-19 provocaron una gran disrupción en las cadenas de suministro internacionales y el cierre temporal de muchos concesionarios. En este sentido, Jordi Llidó asegura que “si bien las ventas generales de coches se desplomaron durante los primeros meses de la pandemia, los vehículos eléctricos mostraron gran resiliencia en algunos mercados en comparación con el resto de segmentos. La Covid-19 ha provocado que, probablemente, no volvamos a ver niveles de ventas como los alcanzados hasta la fecha de los modelos de gasolina y diesel”.
El informe de Deloitte también concluye que las ventas totales anuales de automóviles probablemente no alcanzarán las cifras anteriores a la pandemia hasta 2024. Incluso si aumentan las ventas de los modelos de combustión, es probable que experimenten una reducción en la cuota de mercado a partir de entonces.
Comportamiento de los consumidores españoles
Por otro lado, Deloitte ha desarrollado un panel online para conocer las preocupaciones y tendencias de los consumidores durante la crisis derivada de la Covid-19. La encuesta, que se realiza de manera simultánea en las 19 economías más relevantes del mundo, se actualiza mensualmente y los resultados son volcados en el panel interactivo que Deloitte ha puesto a disposición de ciudadanos e instituciones.
La última oleada de la encuesta, realizada el 3 de octubre, revela que el 57% de los encuestados españoles se plantea mantener su actual vehículo más tiempo de lo previsto inicialmente. En este sentido, Jordi Llidó, afirma que “durante los primeros meses de la pandemia, los consumidores estaban más preocupados por su salud que por adquirir un nuevo vehículo, pero la situación actual también está afectando a las finanzas de los compradores, por lo que reconsideran realizar grandes inversiones.” La situación también representa un desafío para la industria de recambios y servicios de posventa, ya que el 22% de los consumidores retrasa el mantenimiento habitual de su automóvil
El mantenimiento de la distancia social es uno de los aspectos clave en materia de movilidad. Así, el 61% de los encuestados en España tiene intención de limitar el uso de transporte público en los próximos tres meses y un 44% afirma lo mismo respecto a la utilización de servicios de transporte compartido. En este contexto, Jordi Llidó asegura que “traducir las preferencias del consumidor en ventas representa todo un desafío. Ante esta situación, los fabricantes apuestan por incentivos para la compra, como exenciones y aplazamientos de pago, mantenimiento gratuito, extensiones de garantía, o tasas de interés al 0%; entre otros”.