Motor

Autonomía de los vehículos electrificados de Opel

De los 337 kilómetros de autonomía del Corsa-e a los 59 Km en modo eléctrico del Grandland Hybrid 4x4

Mariano García Viana | Lunes 26 de octubre de 2020
Acciones tan sencillas como evitar aceleraciones y frenados bruscos, aprovechar el sistema de frenado regenerativo, vigilar la presión de los neumáticos o climatizar el habitáculo mientras el vehículo está en carga acaban traduciéndose en decenas de kilómetros adicionales de autonomía. id:64456

La electrificación está saltando barreras. Hasta hace poco reservada a segmentos como el de los vehículos urbanos y pensada para realizar recorridos cortos por las calles de las ciudades, esta tecnología sostenible está dando el salto a nuevas categorías de automóviles y, con los datos de autonomía en la mano, se atreve a ser competitiva en trayectos de media o larga distancia.

La nueva generación de vehículos eléctricos de Opel está sumando modelos desde finales del año pasado. Al urbanita Opel Corsa-e, con sus 337 kilómetros de autonomía, se han unido un vehículo comercial de tamaño medio, como el Opel Vivaro-e (disponible con 230 Km y 330 Km de autonomía), monovolúmenes como el Opel Zafira-e Life (330 Km) y, próximamente, un SUV de diseño rompedor como el Opel Mokka-e (332 Km). Junto a ellos, el Opel Grandland X ofrece dos alternativas híbridas enchufables capaces de recorrer hasta 59 Km en modo “cero emisiones”.

Estas cifras y esta variedad de modelos sitúan a la gama Opel de e-movilidad como una de las más competitivas del mercado. La autonomía de estos vehículos está medida siguiendo el protocolo WLTP, más realista que el NEDC, el que se utilizaba en la Unión Europea hasta hace muy poco. Tiene en cuenta aspectos como la dinámica de conducción, estudia trayectos más largos a velocidades medias y máximas más altas y tiempos de parada más cortos. Además, incluye más situaciones de frenada y aceleración. Los kilometrajes conseguidos siguiendo las normas WLTP no están grabados en piedra. El estilo de conducción puede llegar a mejorarlas hasta un 35%, sobre todo en trayectos urbanos. La velocidad es un factor determinante en la autonomía de los vehículos eléctricos: circular a 130 Km/h reduce su radio de acción.

Es preferible no pisar demasiado el acelerador, ya que conlleva un mayor gasto de energía. Lo más sensato es aprovechar la inercia durante el máximo de metros sin acelerar, una acción con la que la carga de la batería se va regenerando de un modo espectacular: cada kilómetro recorrido sin utilizar el acelerador supone 300 metros de autonomía adicional, un 30% más. En autopista o autovía, se recomienda circular a velocidad constante y respetar la distancia de seguridad, evitando frenazos bruscos. Tampoco hay que descuidar la presión de los neumáticos.

Cuando circulan en modo eléctrico, los Opel electrificados aumentan su radio de acción a baja velocidad y con el uso de los frenos en atascos y situaciones de circulación. Utilizar el modo Eco y la frenada regenerativa aumenta un 15% la autonomía. Otro factor que se debe tener en cuenta es la climatización, que puede reducir en un tercio los kilómetros que se pueden recorrer con la batería. Una autonomía que no se pierde si se enfría o calienta el habitáculo hasta alcanzar la temperatura ideal mientras se está cargando el vehículo, una alternativa que se puede activar desde la pantalla táctil o desde la app MyOpel.