Todas ellas son tesis de inversión estratégica a medio plazo, pero a corto y por períodos limitados de tiempo, puede valer la pena considerar posiciones tácticas que parecen estar en desacuerdo con la visión estratégica de medio plazo. En esta coyuntura, creemos que es probable que veamos un poco más de volatilidad en las próximas semanas, lo que significa que extender la duración de los bonos del Tesoro de EE.UU. podría ser una operación que quizá valdría la pena considerar. Los comicios estadounidenses son un importante motor para los mercados, y parece que está aumentando la probabilidad de que no se conozca el resultado definitivo en el momento oportuno. Más de 90 millones de personas ya han votado por correo, una cifra sin precedentes y un factor que podría provocar retrasos. El presidente Trump también ha dicho repetidamente que el voto por correo podría derivar en fraude, lo que aumenta las posibilidades de que impugnen algunos o todos los resultados. Sólo para dar otro ejemplo de los acontecimientos que podrían retrasar un resultado definitivo, ayer el Tribunal Supremo de Texas rechazó una petición que habría puesto en peligro el recuento de más de 100.000 votos en uno de los condados del estado. Este tipo de titulares sugieren que el resultado de las elecciones puede tardar en conocerse, y que los treasuries podrían repuntar debido a un aumento de la incertidumbre.
Además, la segunda ola de la COVID-19 ha golpeado a Europa y al Reino Unido más que a otras geografías, y los gobiernos han optado por reintroducir confinamientos parciales o totales. Aunque no son tan punitivos para la actividad económica como las restricciones impuestas en marzo y abril, es justo decir que son peores que el escenario base que dibujamos hace unas semanas. Por último, también observamos que los rendimientos de los bonos del tesoro de EE.UU. a 10 y 30 años se encuentran a unos 30 y 45 puntos porcentuales de los niveles más bajos de agosto, respectivamente, lo que significa que hay cierto margen para que se recuperen si aumenta la incertidumbre.
En resumen, si bien a medio plazo seguimos manteniendo la firme opinión de que los diferenciales siguen siendo el lugar más atractivo de la renta fija, dado que el ciclo actual sólo tiene unos pocos meses, desde el punto de vista táctico creemos que temporalmente es conveniente aumentar la duración, para ayudar a gestionar los niveles de volatilidad que podrían ser ligeramente más altos en los próximos días o semanas.