Después de la recuperación que vimos a mediados de año, nos enfrentamos a una desigual reimposición de restricciones para contener los contagios que tendrá inevitablemente un impacto en la reducción de la actividad económica. Las segundas olas de Covid-19 han ralentizado o incluso invertido temporalmente las recuperaciones económicas de algunos países, especialmente en los más afectados, como España, Estados Unidos, Reino Unido y Francia. En nuestro escenario base, la contracción de la Eurozona en 2020 sigue estando encabezada por las fuertes recesiones de España (-12%), Francia (-10,1%) e Italia (-9%), con una caída más moderada del crecimiento en Alemania (-5,6%). Sin embargo, gracias a las excepcionales medidas políticas adoptadas durante esta crisis, el desempleo no ha aumentado en consonancia con la profundidad de las pérdidas de producción. Fuera de la Unión Europea, Reino Unido se encuentra entre los países con recesiones más profundas en 2020, con un -10,8%, pero también se prevé que esta región se encuentre entre las de mayor crecimiento en 2021 (+8%).
En cambio, China podría suponer una importante excepción a la renovación de fuertes restricciones económicas en el cuarto trimestre. El país está experimentando una recuperación sostenida desde el primer trimestre, ya que las autoridades han contenido en su mayor parte la transmisión del virus. Si bien mantenemos nuestra previsión base de crecimiento del 1,3% para este año (la cifra más baja desde 1976), hemos revisado al alza las expectativas de la economía china para 2021 a un 9%. En otros mercados emergentes, también hemos mejorado las perspectivas el crecimiento esperado para 2020, para Turquía hasta el -1,4% y Rusia hasta el -5,5%.
En el caso de un escenario estresado, con una segunda ola de contagios que devolviera a las economías al bloqueo total o parcial en el cuarto trimestre de 2020 y se reimpusieran las estrictas restricciones del primer semestre, la recuperación sería bastante más débil. Además, los gobiernos se enfrentarían a limitaciones significativas en las "condiciones económicas normales" en 2021, por lo que el crecimiento global se contraería este año un 6,5% y en 2021 la economía mundial crecería solo un 4,8%.
En cualquier escenario, el camino hacia la normalización económica será desigual, requerirá un tiempo considerable y está sujeto a retrocesos.