Desde el seno de la Reserva Federal exigirán de nuevo consenso al Congreso americano para que se apruebe lo antes posible el tan ansiado paquete de estímulo. La masiva inyección de dólares por parte de los organismos públicos ha permitido a la economía norteamericana recuperarse rápidamente de la devastación provocada por la pandemia. Pero los hogares y las empresas necesitan urgentemente más apoyo para así poder consolidar la recuperación en forma de V que sigue descontando el mercado.
No esperamos nuevas bajadas de tipos ni nuevos anuncios de compras adicionales de bonos corporativos y soberanos. El mercado de renta fija ya refleja todas las medidas adoptadas y los tipos de interés no son la clave. Los datos de confianza, tanto empresarial como de los consumidores, mejoran paulatinamente y los resultados publicados por las empresas cotizadas han deparado más sorpresas positivas de las que el mercado descontaba. Las elecciones y quién será el nuevo presidente siguen siendo la mayor incógnita que atenaza a los inversores.
La Reserva Federal ha insistido, y si es necesario, lo hará de nuevo, en que realizará todas las medidas de estímulo monetario que estén en su mano para seguir apoyando la recuperación económica, independientemente de quien ocupe la Casa Blanca y de quien presida el Congreso o el Senado; pero del mismo modo, seguirá reclamando, cuantas veces sea preciso, que se aprueben y adopten los paquetes de estímulo necesarios para afianzar la senda de crecimiento económico que devuelva la confianza a los ciudadanos estadounidenses.