En el caso de los casinos online, ha habido que establecer una serie de protocolos para asegurar la seguridad y bienestar de los jugadores. La inteligencia artificial ha sido uno de los mecanismos clave para realizar todo esto.
Gracias a la Inteligencia Artificial (AI), es posible dar una atención al cliente mucho más eficiente, así como destinar promociones y bonos más adaptadas a su forma de juego.
Hasta el momento, si las vías de contacto se saturaban con muchas preguntas, los usuarios generaban cierto descontento. Ahora, con ayuda de la inteligencia artificial, un robot realiza un barrido completo en la base de datos en busca de la respuesta. Solo en caso de no encontrar respuesta, el robot pone al consumidor en contacto con un agente.
Este avance ya es, de por sí, un gran paso en la sistematización de los procesos, aportando mayores ventajas a los jugadores. Con respecto a los bonos y promociones, se analiza el comportamiento del cliente para ofrecerle aquello a lo que más utilidad pueda darle. Es decir, si la IA determina que el blackjack es el servicio más usado, enviará más promociones relacionadas con este servicio.
Si hablamos de los protocolos de seguridad, los casinos online son como búnkeres inexpugnables. La inteligencia artificial bloquea cualquier ataque externo y, si ve peligrar la información, activa estrictos protocolos que protegen con cifrado la información del usuario.
Junto a todos los beneficios que esta herramienta trae, también se ponen en marcha una serie de avances. Los juegos se vuelven mucho más interactivos, buscando una lucha sin precedentes entre la máquina y el humano. Por si fuera poco, aumenta el catálogo de posibilidades que da un casino normal.
Así, en Internet, podemos encontrar un sinfín de sitios web especializados en el juego online y casinos como, por ejemplo, leovegas.es. Este club ofrece una variedad adaptada al nivel que tenga el jugador. De esta forma, a jugadores novatos se les muestran juegos aptos para ellos.
Por otro lado, la inteligencia artificial acaba con los comportamientos ilícitos de algunos trabajadores. Desaparecen, por tanto, los crupieres que actúan con poca ética, dando paso a un sistema autónomo que se guía por un algoritmo fijo.
Analizar el comportamiento del jugador va más allá de ofrecerle ventajas a la hora de jugar. También es una vía para detectar la ludopatía con el fin de frenarla antes de que sea irreversible.
Si se detectan indicios de problemas con el juego, la IA puede avisar a la empresa o al jugador de lo que está ocurriendo. Si existe un compromiso con el juego responsable, el jugador podrá alejarse del juego durante un tiempo.