Con el fin de ayudar a las pymes a emprender o continuar su actividad comercial con China de la manera más segura, el cluster empresarial Secartys, dedicado a fomentar la competitividad de sus asociados y posicionar la industria española en el exterior, y Ebury, la fintech especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, han elaborado una pequeña guía que recoge algunas recomendaciones y orientaciones para que la actual situación de pandemia influya de la manera más leve posible en las operaciones de importación desde aquel país.
Los diferentes controles impuestos en China con motivo del Covid-19 han provocado un retraso en las cadenas de producción. Por esta razón, a la hora de realizar un pedido al país oriental hay que tener en cuenta que los plazos habituales de producción y de entrega pueden verse atrasados. Por este motivo, ahora es más importante que nunca tener una planificación de los pedidos y realizarlos con tiempo suficiente.
Búsqueda de alternativas en el transporte
Las rutas comerciales habituales entre China y Europa a través de mar y aire se han visto afectadas por la incidencia del Covid-19. En este contexto, el transporte a través del Euro Tren ha venido a sustituir al servicio marítimo entre China y el continente europeo. Se trata de una alternativa que permite que una mercancía viaje de China a Madrid en apenas 18 días. Esto es posible porque el proceso del despacho de aduanas es más ágil que en el transporte marítimo y el aéreo y porque existe, además, una mayor frecuencia de viajes que en las otras dos modalidades.
En el aspecto económico, el transporte por ferrocarril supone una ventaja económica importante cuando se trata de mercancías de gran volumen. Para el resto de productos, su precio se sitúa en un punto intermedio entre el avión y el barco.
Cambios en la forma de comunicación: La irrupción de la videollamada
Como consecuencia de la cancelación de conexiones aéreas, los tradicionales viajes comerciales han sido sustituidos por teleconferencias en la red que permiten seguir manteniendo el contacto o conectar con nuevos proveedores, llevar un seguimiento de la producción y hacer visitas virtuales para realizar los controles de calidad pertinentes. Son muchas las plataformas que ofrecen este tipo de servicios. Sin embargo, una de las preferidas por el mercado chino es WeChat, la aplicación que tiene su origen en el país oriental y que es la más utilizada por sus ciudadanos.
Inspecciones a través de videollamada
La funcionalidad de la videollamada no termina en poder mantener el contacto entre las dos partes. Son muchas las empresas chinas que están incorporando en sus fábricas o en sus procesos de producción cámaras de vídeo que permiten al cliente comprobar en tiempo real el estado de su producto, así como el proceso de fabricación del mismo. Esto permite que un comprador en España, por ejemplo, pueda seguir de primera mano la cadena de producción de su compra e intervenir si fuera necesario, del mismo modo que lo haría si la fábrica estuviera en su propia oficina.
Generar confianza con el proveedor
Uno de los pilares fundamentales a la hora de hacer negocios en China (y quizás uno de los mayores hándicaps) es generar confianza con el proveedor. En este sentido, uno de los factores que más confianza generan en los proveedores chinos es realizar los pagos al contado y de manera inmediata. En Europa es común aplazar los pagos en el tiempo a través de financieras. El mercado chino es reacio a esta fórmula por el elevado tipo de interés al que están sometidas estas operaciones. Por ello, contratar un servicio que permita realizar la transacción económica de manera instantánea favorecerá la relación comercial.
Pagos: ¿Qué divisa elegir?
Un aspecto vital a la hora de hacer negocios con China y de cara a establecer nuestros márgenes comerciales -y evitar sorpresas- es elegir en qué divisa se pagará al proveedor y atender, según se escoja, al tipo de cambio que existe en el momento de la transacción. Acogernos a un cambio Dólar-Renmimbi (USD-CNY) -par utilizado por los proveedores chinos a principios de año para fijar los precios- o Euro-Renmimbi (EUR-USD) afectará significativamente al precio final de la comprar en cada caso.
Por otra parte, pagar en moneda local es también una opción que debe ser tenida en cuenta y que facilita enormemente las relaciones contractuales con los proveedores asiáticos (también supone el menor riesgo para nuestros márgenes, pues evitamos que el proveedor reajuste los precios finales si el cambio le afecta negativamente). Cabe tener en cuenta que el Renmimbi no es una moneda compleja desde el punto de vista de su volatilidad por el hecho de estar protegida tanto por el Banco Central Chino como por el Gobierno a través del factor anticíclico.