Una profesión de mujeres
A pesar de este aumento, los trabajadores relacionados con el sector de la tercera edad siguen siendo exclusivamente mujeres, unas cifras que no variarán a medio plazo: “Actualmente el 94% de los alumnos matriculados en geriatría son mujeres”, afirman fuentes de Deusto Salud: “Estamos ante una de las profesiones más feminizadas del mercado laboral”.
Otro aspecto remarcable es que buena parte de los alumnos que decide iniciar estos estudios lo hace para llevar a cabo un cambio laboral. Así lo afirman el 74% de los alumnos. Además, el 32% ya trabaja en el ámbito sanitario y busca una especialización en esta área.
Otro motivo de este aumento está en la situación actual de pandemia. La atención domiciliaria está ganando presencia y en estos últimos meses está creciendo su demanda entre los pacientes crónicos y de más de 65 años: “Muchos familiares, a raíz de los problemas ocasionados durante la pandemia, han optado por cuidar a sus familiares de una forma más segura”, afirman desde Deusto Salud: “Y en este punto es imprescindible que confíen sus familiares a gente con formación específica en este campo”.
Según los expertos, y con los servicios sociosanitarios al borde la de saturación, los cuidadores específicos hacia la tercera edad son una buena alternativa para llevar a cabo tareas diarias como la supervisión del mayor a su cargo, el control de su medicación diaria, el cuidado y aseo, la elaboración de comidas, realizar algunos recados o el acompañamiento al médico.
Todo esto, ofrece una atención individualizada y una creación de rutinas que hacen que el anciano se encuentre más activo, independiente y mejor cuidado. Pero no solo eso, los mayores al encontrarse en su propio domicilio, se sienten más seguros y cómodos. Además, todo este sistema de cuidados supone un menor coste económico que si estos cuidados se realizaran en una residencia.