En lo que a contenidos o elementos externos se refiere, los hombres necesitan un estímulo visual para disfrutar más de la masturbación: sólo el 5% puede masturbarse sin pornografía, frente al 27% de las mujeres que admitió no necesitarla. Otro atractivo de esta práctica son los juguetes sexuales a los que las mujeres otorgan un lugar destacado: los succionadores de clítoris modernos (44%) se alzan con el podio, seguidos de los vibradores clásicos (34%). Para los hombres, los musquis de bolsillo son particularmente populares como ayudas de masturbación.
Un secreto: sólo el 18% de las mujeres y el 12% de los hombres piensan en su propia pareja al masturbarse. Sin embargo, la presencia física de la pareja no parece ser un inconveniente, ya que el 61% de los hombres y el 71% de las mujeres admiten haberse masturbado junto a su pareja dormida al lado.
¿Cuánto y dónde?
Según datos arrojados por la encuesta, la diferencia entre hombres y mujeres no parece ser tan sustancial, a la hora de alcanzar el orgasmo: el 10% de ellos tarda menos de cinco minutos y el 25%, tarda más de media hora en alcanzar ese “gustito” tan deseado.
En el caso de las mujeres, sin embargo, sólo el 13% ha logra el objetivo masculino de los cinco minutos, y el 17% de ellas, han retrasado el orgasmo durante más de media hora.
Además de la cama de casa, que gana por goleada, a los hombres les gusta especialmente la ducha y el baño. Las mujeres prefieren relajarse en la bañera y en su coche.
“Hay que desmitificar a la masturbación femenina: muchas chicas la practican a diario, ¡al igual que los hombres! Y no hay nada de malo en ello. Conocer el propio cuerpo, lo que nos gusta y da placer, beneficia a nuestra vida sexual opina Manuel Binternagel, portavoz de JOYclub.