Ayer se celebró en Madrid el XVI Congreso Anual de Cogeneración, inaugurado por los presidentes de las asociaciones organizadoras, ACOGEN y COGEN España, Rubén Hernando y Julio Artiñano, ha reunido a cogeneradores, industriales, suministradores, representantes institucionales y expertos, bajo el título “Cogeneración imprescindible para la reactivación: industria, energía y clima”.
El encuentro debatió el papel de la cogeneración en la reactivación industrial post COVID y su encaje en la transición energética, arrancando con la mesa La energía en la industria: clave para la reconstrucción, con representación del PSOE, PP, Compromís, Unidas Podemos, ERC, PNV, Ciudadanos y Vox. La mesa, La cogeneración en la descarbonización de Europa, repasó la situación europea de la mano de COGEN Europe, Sedigás, Siemens Energy España, Rolls Royce España, Veolia y Solvay Química. La tercera mesa, Hacia una regulación adaptada al futuro, de la mano de REE, CNMC, OMIE y Enagás. La cogeneración en la reactivación de los sectores contó con ADAP, ANEO, Neoelectra y Cogen Energía. David Valle, director general de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid clausuró el encuentro.
La cogeneración en 2020 y la industria calorintensiva
El año COVID ha sido especialmente complicado para la cogeneración industrial que ha realizado enormes esfuerzos por su singular situación productiva y la de los mercados energéticos y del marco regulatorio. Con cogeneración se fabrica el 20% del PIB industrial en 600 fábricas de sectores industriales calorintensivos (alimentación, química, papel, refino, cerámica, automóvil, textil, tableros, residuos, etc.), que precisan grandes cantidades de calor y electricidad, que la cogeneración les suministra. Estas empresas calorintensivas exportan más del 50% de lo que producen y mantienen 200.000 empleos directos. Su competitividad depende en gran medida de sus costes energéticos.
La COVID produjo una caída de la producción industrial española reflejada en la cogeneración. Actividades esenciales calorintensivas como la alimentaria, papelera o química mantuvieron alto nivel de actividad mientras otras, como la cerámica, automóvil, refino vieron caer en mayor medida su demanda. Así, tras la caída del 30% en marzo, la cogeneración inició en abril una recuperación progresiva hasta casi recuperar los niveles pre-pandemia.
Para España la cogeneración es una herramienta de impulso a la competitividad industrial aportando ahorro de energía y emisiones. Con cogeneración se genera el 11% de la electricidad nacional —50% se autoconsume en las fábricas y el resto en las inmediaciones—, y el calor necesario para sus procesos fabriles, utilizando el 25% del consumo nacional de gas (40% del total utilizado por la industria), que se transforma con la mayor eficiencia energética. Tecnología vital para la industria y el sistema eléctrico y el gasista, aporta seguridad de suministro, reduce pérdidas en las líneas eléctricas y suministra localmente al ser generación distribuida y firme en los propios puntos de consumo.
La crisis COVID ha afectado a los mercados de productos industriales y a los de electricidad y gas. El Gobierno ha ido promulgando medidas energéticas de acompañamiento a la cogeneración pero la incertidumbre continúa y urgen medidas coyunturales y estructurales en una actividad regulada por el Ministerio para la Transición Ecológica.
Urgen medidas estructurales antes de fin de 2020
En junio (RDL 24/2020), el Gobierno reconoció parcialmente el desajuste que el COVID había originado frente a sus previsiones reguladas de los precios que cobran los cogeneradores y estableció, solo para el periodo de alarma, medidas de acompañamiento para las cogeneradoras que mantuvieron su producción industrial en condiciones excepcionales y que fueron claves para atender la demanda de productos esenciales. Seis meses después y pendiente de una orden, este ajuste no ha llegado aún a las empresas y a sus retribuciones periódicas.
Los cogeneradores reclaman eficacia administrativa para que se cumpla con la actualización de sus retribuciones reguladas cada seis meses, que se publiquen a tiempo para evitar los altos riesgos económicos de las industrias de producir sin conocer el precio de su energía Y solicitan también la actualización de los precios del CO2. El Ministerio se ha mostrado dispuesto a corregir las fórmulas y adecuarlas a la situación de los mercados, lo que aportaría transparencia y mejoraría la gestión.
La cogeneración: fin de vida regulatoria sin nuevo marco
Los cogeneradores confían en que culminen positivamente las medidas coyunturales en curso, para las que piden más atención y eficacia, pero reclaman urgencia y prioridad ante la situación de las empresas que están quedando sin marco legal por el fin de su vida útil regulada en menos de 30 días y que se ven abocadas a parar sus plantas al vencer la prórroga de dos años que otorgó el Gobierno ante el retraso del desarrollo del marco de renovación previsto en la Ley desde 2013. Urgen soluciones para 46 industrias cogeneradoras, 442 MW, que finalizan ya su vida útil regulada, (200 a tres años, un tercio del sector, 1.500 MW), y que llevan siete años esperando el plan renove que contempla la Ley del sector eléctrico 24/2013.
Una regulación que llegará tarde
El Gobierno comunicó que publicará en 2020 un plan renove a través de una subasta de régimen retributivo específico. Si no llega ya, será un desastre para la industria calorintensiva que urge a promulgar medidas transitorias para estas plantas a las que esta nueva regulación llegará tarde. El sector calorintensivo necesita medidas urgentes para mantener activas estas cogeneradoras y preservar la actividad industrial asociada, las contribuciones al empleo y a la economía hasta que llegue el nuevo marco.
Aunar reactivación industrial y reactivación verde con cogeneración
Los cogeneradores señalan la gran oportunidad de la cogeneración para aunar reactivación verde y recuperación industrial, ya que sus tecnologías están listas para emplear gases renovables e hidrógeno para la descarbonización industrial que antes no era posible y contribuir en mayor medida a los objetivos del PNIEC por una industrialización sostenible del país.
Se reclama una actualización del PNIEC –elaborado antes del COVID— más enfocada a la reactivación industrial. El PNIEC contemplaba la transición a diez años de solo 1.200 MW de los 2.600 MW en funcionamiento que acabarán su vida regulatoria en dicho plazo, algo letal para cientos de industrias asociadas que quedarían sin alternativas de competitividad ni soluciones de descarbonización, ahorro energético y competitividad que pasan por sus plantas de cogeneración.
La consecuencia de recortar cogeneración —al revés que Alemania o Italia, que la impulsan y donde posibilitan mayores desarrollos industriales— implicaría subir un 20% los costes energéticos de 250 industrias, 6% del PIB industrial, empeorando en un 15% la eficiencia energética en los sectores industriales calorintensivos. Los cogeneradores piden una revisión del PNIEC enfocada a potenciar la industria en la futura Ley de transición energética y cambio climático para adecuarla al nuevo contexto en el que la industria y la cogeneración son más vitales que nunca para el país.
La industria calorintensiva no puede electrificarse, sí descarbonizarse con gas renovables e hidrógeno.
La industria calorintensiva no puede electrificarse porque los procesos industriales que requieren altas temperaturas no pueden lograrse con electricidad. En España, la industria consume tres veces más energía en forma de gas que en forma de electricidad. Apoyar el gas como energía de transición, hasta 2030 hasta que se transforme nuestro sistema gasista a gases renovables e hidrógeno, es imprescindible si queremos tener industria en el país.
La cogeneración es la gran aliada de la industria para la descarbonización de la mano del gas renovable y del hidrógeno; un activo para el país con grandes sinergias para promover en España el peso de la industria en nuestra economía y el empleo. Sus ahorros actuales de energía, emisiones y seguridad aportan beneficios a todos los consumidores; sin cogeneración, la electricidad y el gas incrementarían su precio. El ahorro de energía, emisiones y generación distribuida de la cogeneración al sistema eléctrico es más de 1.000 M€/año.
La cogeneración es nexo entre industria y sistemas energéticos y clave en su integración, ya que une 20% del PIB industrial calorintensivo con el 20% de la demanda nacional de gas y con la generación del 11% de la electricidad, ha sido clave para el desarrollo de las infraestructuras gasistas y eléctricas, y lo es para la resiliencia, competitividad y descarbonización de la industria en la transición energética: la cogeneración es clave de futuro para la industria en España.
La cogeneración, gases renovables y economía del hidrógeno
La cogeneración renovable, con biogás, hidrógeno y otros gases, es posible ya tecnológicamente y las plantas pueden funcionar con mezclas de hidrógeno en la red de gas, con sistemas de producción y mezcla local de hidrógeno y con hidrógeno al 100%. Las expectativas, sinergias y potenciales que presenta la cogeneración en la nueva revolución verde son enormes.
La cogeneración necesita seguridad jurídica ya que gran parte de las decisiones industriales pasan por contar con energía competitiva y marcos energéticos que la promuevan. La actual incertidumbre regulatoria de la cogeneración refleja una política energética que no prioriza la industria. Los países más industrializados apuestan por el desarrollo conjunto de cogeneración+energías renovables. A 2030 y 2050, la cogeneración debe seguir liderando la eficiencia energética en la industria calorintensiva, con flexibilidad operativa, hibridación con renovables y descarbonización.
La cogeneración en los objetivos del Gobierno: llegar a tiempo y llegar bien
El Gobierno ha transmitido el encaje estratégico de la cogeneración en sus objetivos con tres ejes: convocatoria inmediata para cogeneraciones en el marco de subastas, la mejora del marco de autoconsumo y nuevo marco retributivo de la generación renovable. Todo el arco político apoya la cogeneración en base a sus grandes sinergias para la industria, el empleo de calidad y la descarbonización, como demuestran las iniciativas parlamentarias de apoyo a la cogeneración de los partidos, pero sigue sin lograrse prioridad en la acción del Gobierno que no acaba de concretar medidas que urgen y no admiten demora para una gran parte de la industria española.