Internacional

Thales Alenia Space firma con la ESA el contrato de fabricación del satélite ROSE-L del programa Copernicus

Martes 08 de diciembre de 2020
En apoyo a los servicios de vigilancia de tierras y de gestión de emergencias, y como complemento de la misión Sentinel-1. id:65979

Thales Alenia Space, la joint venture de Thales (67 %) y Leonardo (33 %), anunció la firma de un contrato de 482 millones de euros con la Agencia Espacial Europea (ESA), relativo a la fabricación del satélite de observación medioambiental ROSE-L (Radar Observation System for Europe in L-band) dentro del programa europeo Copernicus, cuyo primer tramo tiene un valor de 90 millones de euros. Copernicus es un programa de observación de la Tierra liderado por la Comisión Europea, cuya componente espacial coordina y dirige la Agencia Espacial Europea (ESA) e incluye los satélites Sentinel. Proporciona datos de observación de la Tierra destinados a la protección del medio ambiente, el monitoreo del clima y la evaluación de los desastres naturales, entre otros asuntos de interés social.

Thales Alenia Space será el contratista principal de este programa y tendrá como socio principal, en lo referente al instrumento radar, a Airbus Defence and Space. La misión busca aportar una solución a las necesidades expresadas por los servicios de vigilancia de tierras y de gestión de emergencias en determinada áreas: medición de la humedad del suelo, cartografía de la cubierta terrestre, diferenciación de cultivos y determinación de su estado, caracterización de la cubierta forestal (como complemento para la estimación de la biomasa), seguridad alimentaria y agricultura de precisión, vigilancia marítima y monitorización de los riesgos naturales y antrópicos. Además, la misión ayudará en la vigilancia operativa de la criosfera y de las regiones polares, en particular, los hielos terrestres y marinos. También se podrá utilizar en otras aplicaciones de emergencia gracias a la complementariedad y las sinergias con los sistemas SAR (radares de apertura sintética) en las bandas C y X.

ROSE-L es un satélite estabilizado en 3 ejes basado en la nueva plataforma multimisión (MILA) de Thales Alenia Space y llevará a bordo un radar SAR en banda L para vigilar día y noche superficies terrestres, océanos y hielos. Ofrecerá una mejor frecuencia de revisita, polarimetría integral, alta resolución espacial, alta sensibilidad, baja ambigüedad y capacidad de interferometría transversal con una o varias pasadas. Este instrumento posee una antena plana con matriz en fase ultraligera e innovadora en banda L, de 11 m x 3,6 m con 5 paneles desplegables. El satélite también llevará un conjunto de tres cámaras de vigilancia (CAM), cuyo cometido será comprobar que la antena SAR y los paneles solares se desplieguen correctamente.

Hervé Derrey, CEO de Thales Alenia Space, dijo que “gracias a este contrato, Thales Alenia Space confirma que es un actor de primera línea en el área de la observación de la Tierra y de las misiones medioambientales. En lo que se refiere específicamente al servicio de gestión de emergencias (EMS) de Copernicus, los datos de ROSE-L van a permitir reducir el tiempo que transcurre entre un desastre natural o antrópico y el envío de la primera imagen de la zona afectada, lo cual es esencial para la seguridad de los seres humanos”.

Massimo Comparini, director de las actividades de observación, exploración y navegación de Thales Alenia Space, añadió:“Thales Alenia Space va a poder aprovechar su amplia experiencia en programas de observación radar de la Tierra para llevar adelante esta nueva misión. ROSE-L proporcionará a Europa una capacidad adicional de imágenes de radar, como complemento de las imágenes de Sentinel-1, para brindar una mayor cobertura europea y mundial, disminuyendo a la vez el tiempo necesario entre dos imágenes sucesivas”.

Por otra parte, la plataforma, basada en la nueva línea de productos MILA, cumple con los requisitos de reducción de la basura espacial. Sus tecnologías desintegrables cumplen con la necesidad de dejar el espacio limpio y sus interfaces mecánicas son compatibles con las futuras capacidades de servicio en órbita.

Con una masa de 2060 kg en el momento del lanzamiento, ROSE-L podrá ir embarcado en los lanzadores Vega-C y Ariane 6-2, y se posicionará en una órbita a 700 km de altitud.

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