Esto se debe a que, entre otros, los mercados de energía renovable son más fuertes de lo que se pensaba y la AIE prevé que las adiciones netas de capacidad de electricidad renovable serán casi un 4% más alto en 2020 que en 2019.
Y este es, precisamente, uno de los retos a los que se enfrenta la electrificación: el fomento del uso de las energías renovables. Por ello, el Foro para la Electrificación, pide «un apoyo consensuado y activo de las políticas públicas a las renovables para avanzar en la electrificación como vehículo más adecuado para la descarbonización de la economía». «Consiguiendo alinear los aspectos económicos, energéticos, industriales y climáticos se ganaría, significativamente, competitividad», añaden.
Estos retos requieren respuestas innovadoras en las que disminuya la contribución de los combustibles fósiles, como indica Cayetano López Martínez, catedrático del departamento de Física Teórica de la facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid. En esta línea, el Foro para la Electrificación apunta que «las renovables son ya tecnologías maduras y competitivas porque actualmente son alternativas más económicas, pero todavía hay capacidad de innovación. Para ello, es necesario seguir trabajando en el abaratamiento de las energías renovables por su carácter ilimitado y, al mismo tiempo, sostenible».
Nos adentramos en un mundo en el que evolucionamos hacia un nuevo modelo energético, en el que surgen nuevas tecnologías y en el que los consumidores aprenden nuevos comportamientos. El carácter intermitente de las tecnologías renovables maduras y el papel más activo que va a desempeñar el consumidor, tomando energía de la red, inyectándola o almacenándola, introducen mayor complejidad al sistema. Para continuar en esta senda, el Foro para la Electrificación indica que «es necesario que las energías renovables exploren nuevos sistemas de almacenamiento que aporten flexibilidad al sistema eléctrico. Asimismo, las redes de distribución deberán tener la capacidad de gestionar estas infraestructuras, tanto para satisfacer a las empresas como a los consumidores finales».
La clave para ofrecer nuevos modelos de servicio está en que los recursos para la producción de la electricidad, gracias a las renovables, serán inagotables, lo que llevará a destacar un concepto novedoso como elemento principal: los servicios de valor añadido al consumidor, que deben facilitar la electrificación y ayudar a reducir la factura energética en hogares y empresas por su mayor eficiencia.
«Todo ello requiere cambios. Y entre ellos se encuentran la digitalización de las tecnologías renovables y las redes de distribución eléctrica, que ya permiten que la electricidad sea proporcionada de la forma más eficiente, garantizando la interconectividad total con un conocimiento preciso del estado de cada nodo y elemento de la red», explican desde el Foro para la Electrificación.
El desarrollo de las tecnologías de almacenamiento, en el que queda campo por explorar, plantea escenarios apasionantes de innovación y evolución tecnológica.