Afortunadamente, los números revelan que la temporada de tortugas 2020 fue exitosa y con ello, el empresario se suma a los múltiples movimientos que buscan no solo darle al planeta un respiro, sino también motivar a las nuevas generaciones a esforzarse por ser parte de la solución a la gran cantidad de problemas ambientales que se generan día con día.
Acciones en las Playas de México
México es receptor de un sinfín de especies de tortugas que llegan a anidar en sus playas, y que son las mismas que les han visto nacer.
Específicamente, al Caribe mexicano llegan cuatro principales, cada una con rasgos específicos con los que es muy fácil identificarlas y ayudarlas en su proceso de reproducción. Los tortugueros identifican cada nido gracias a características como el rastro que dejan las madres en la arena, el número de escudos en el caparazón o las escamas en la frente de los ejemplares.
Las especies que se han podido clasificar son tortugas blancas o verdes, sin duda las más populares o conocidas. Tortuga carey, que cuenta con un singular color rojizo en su caparazón.
Tortuga caguama, una especie a la que lamentablemente se tiene que proteger de la caza furtiva, debido a infundadas propiedades curativas y afrodisíacas. Y no menos importante, la tortuga laúd, que impacta no solo por su magnitud sino por la diferencia en su estructura, que incluye un caparazón blando y un increíble color negro con manchas blancas.
Juan, en su preocupación por beneficiar los lugares que han acogido a sus empresas, ha creado algunas fundaciones y organizaciones sin fines de lucro, las cuales han dedicado desde 2015, parte de sus recursos en la búsqueda, recolección, reubicación y cuidado de los nidos a lo largo de las playas de México, especialmente las que se ubican en Cancún, Riviera Maya y Los Cabos. Y entre sus objetivos está ayudar a que estos animales salgan del peligro de extinción y aumenten considerablemente su presencia alrededor de los océanos.
Juan Ferri apuesta por la conservación de la tortuga con el apoyo de los turistas
De acuerdo a la filosofía empresarial de Juan Ferri, no solamente las fundaciones y los especialistas tienen la capacidad para apoyar en las campañas de cuidado durante la temporada de tortugas, también los turistas cuentan con un gran potencial para involucrarse en el proceso y marcar una diferencia en la conservación de la especie.
Además, la participación de los visitantes a los diferentes destinos de México se convierte en toda una experiencia que impacta positivamente en el turismo local, y en consecuencia, en la derrama económica que los viajeros producen al regresar al destino.