En cuanto a los mensajes que se transmitieron, los más difundidos estaban relacionados con las medidas de protección frente a la COVID (81%) y la nueva organización del trabajo (79%). Sólo el 40% tenían que ver con la situación financiera de la empresa o eran mensajes de ánimo y reconocimiento para la plantilla. “Podemos comparar el índice de satisfacción de los empleados con el tipo de mensajes transmitidos durante la crisis” explica Nuria Soler, directora de marketing de Steeple. “Una vez más, podemos ver la brecha entre las acciones de los portavoces y la realidad de los empleados. Cuando los mensajes transmitidos expresan gratitud hacia la plantilla, el índice de satisfacción alcanza el 94%. Por el contrario, las empresas que sólo comunicaron sobre la salud financiera de la empresa durante la crisis alcanzaron un nivel de satisfacción mínimo”.
Solo el 16% de las empresas comunicaban de manera diaria durante la crisis. El 30% lo hicieron varias veces a la semana y el 18% una vez al mes. “El índice de satisfacción de los empleados de las corporaciones que informaban de manera diaria es del 90%, frente al 68% de las que lo hacían varias veces a la semana o el 29% de las que comunicaban una vez al mes”, añade Nuria Soler. “Los empleados esperaban información de sus superiores para responder a sus miedos y preguntas, por eso es tan importante mantener un canal de comunicación constante, especialmente durante una crisis”.
La herramienta más utilizada por los portavoces durante el confinamiento fue el correo electrónico (78%), seguido del teléfono y la intranet. Se utilizaron muy pocas herramientas de colaboración con las que obtener información útil de los empleados. “Esto pone de manifiesto una falta de herramientas eficaces para gestionar la comunicación. La comunicación interna vertical es algo del pasado. Actualmente las corporaciones necesitan escuchar a sus empleados y mantener un diálogo fluido con ellos, así como mantener conectados a todos los equipos, estén donde estén”, concluye Nuria Soler.