Gracias a la digitalización, estamos viviendo uno de los periodos tecnológicamente más revolucionarios de la historia de la humanidad. El Internet de las cosas, el Big Data, los teléfonos inteligentes y la informática en la nube están transformando nuestra forma de vivir y trabajar.
Las empresas de alquiler con visión de futuro ya están aprovechando las enormes oportunidades que ofrecen estas nuevas tecnologías. Entre ellas se encuentran las oportunidades de hacer más eficientes nuestras operaciones, mejorar el servicio al cliente e incluso crear soluciones completamente nuevas para sus clientes. Unos de estos casos de éxito, referido al alquiler de calefacción industrial lo representa la empresa española Torres Servicios Técnicos, S.L., capaz de ofrecer todo tipo de soluciones en alquiler de sistemas de calefacción, climatización, ventilación, tratamiento de aire, control de la temperatura y humedad, y potencia eléctrica. En definitiva, un ejemplo de buenas prácticas que demuestran cómo la adopción de la era digital proporciona una base sólida para el alquiler de equipos.
Las empresas de todos los sectores necesitan cualquier ventaja competitiva que puedan conseguir. Mientras todo el mundo examina los balances y cada uno de los aspectos del negocio para encontrar ventajas, puede valer la pena explorar y comparar los costes de alquilar equipos frente a los gastos de comprarlos y poseerlos.
Cualquier recurso, puede y debe racionalizarse para conseguir la máxima eficacia y versatilidad. Un análisis coste-beneficio puede proporcionar datos valiosos para ayudarle a tomar una decisión informada sobre el alquiler de equipos frente a la propiedad.
Es conveniente dar primero un paso adelante y analizar la situación de costo-beneficio aplicable a su negocio. Una decisión consciente y lógica será el resultado de considerar todos estos factores:
Más allá de los números duros, hay muchas otras consideraciones, como la seguridad, la calidad, la eficiencia, el cumplimiento, el crecimiento, el riesgo, la moral, la retención de los empleados y otros factores que afectan al negocio pero que no tienen un número exacto. Cada empresa valorará los factores más subjetivos de forma diferente, pero todos ellos merecen ser tenidos en cuenta.