En el inicio de la presentación, el presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentín Pich, manifestó a este respecto que “es cierto que las diferentes normas que han introducido modificaciones en la actividad de la auditoría han ido mejorando sustancialmente ésta en cuanto al deber de independencia y las causas de incompatibilidades, y el deber de rotación del auditor en relación con determinadas entidades auditadas, entre otros aspectos”. Asimismo, para el presidente de los economistas “la labor del auditor de cuentas está cambiando hacia una revisión más amplia de los estados financieros de la empresa que abarcan el análisis de riesgos o de la eficiencia en el uso de los recursos, pero siguen persistiendo aspectos objeto de mejora que propicien una competencia más amplia en el mercado de las firmas de auditoría y minimicen la pérdida de independencia”, lo que, según Pich, “ahora resulta clave porque, ante la inyección de los fondos de recuperación, la Unión Europea está demandando un tejido empresarial cada vez más transparente”.
Uno de los temas que centraron la presentación –y al que el estudio dedica un apartado especial recogiendo el análisis al respecto de profesionales de referencia de España y de la UE– fue el relativo a las ventajas objetivas de las auditorías conjuntas o coauditorías. Para el Registro de Economistas Auditores esta práctica, ampliamente establecida en Francia con óptimos resultados, favorece la mayor concurrencia en el mercado de firmas de auditoría de todos los tamaños proporcionando una mejor competencia, y permite contar con un único informe, pero doblemente contrastado. Desde el REA apuntan a que un aspecto crucial con relación a la actividad de auditoría es el debate sobre los temas importantes que pueden afectar a la sostenibilidad del sector. Éstos se están tratando de forma intensa en el seno de la UE, analizando los efectos que ha provocado en el sector la implementación de la Directiva de Auditoría de 2014 y si éstos han dado la debida respuesta a los objetivos que se habían marcado. En este sentido, según manifestó el presidente del REA, Carlos Puig de Travy, “aspectos como la efectividad de la auditoría, la independencia y la apertura del mercado son los que están hoy sobre la mesa de debate. Ni en Europa ni en España se han realizado grandes avances en cuanto a la apertura del sector y es necesario replantear medidas concretas para cumplir este objetivo, entre ellas está fomentar la coauditoría entre las empresas auditadas, las instituciones y los reguladores”. “Esperemos que el análisis que se ha efectuado sobre este tema concreto en el documento que hoy presentamos pueda contribuir a fomentar el debate para introducir las mejoras necesarias en favor de la sostenibilidad del sector y el interés general”, concluyó Puig de Travy.
En relación a este aspecto, tal como expone en el informe el ex presidente del ICAC, Enrique Rubio, “resultando evidente el elevado grado de concentración del ramo de la auditoría de Entidades de Interés Público, y que la medida más importante para evitar dicha concentración (la obligación de rotación externa, incorporada en la reforma legal de 2015) ha podido alcanzar el efecto perseguido para proteger la independencia así como el de dinamizar el mercado pero no el de abrir el mercado, es conveniente explorar medidas adicionales que permitan avanzar en el cumplimiento de estos objetivos, como serían las que llevarían a incentivar de una manera más efectiva y clara la auditoría conjunta, en la línea señalada por el Reglamento europeo”, a lo que añade que “la experiencia acumulada y las posiciones formadas en el ámbito nacional y europeo, junto con la situación actual, ofrecen margen y justificación para ahondar en propuestas que incentiven de manera determinante la realización de auditorías conjuntas”.
Sobre este punto hubo un amplio consenso entre los intervinientes por entender que es un mecanismo que corrige los riesgos sistémicos del sector. Así, para Txema Valdecantos, “además de que la Reforma europea de 2014 fomentaba la auditoría conjunta, ésta ya estaba prevista en nuestra normativa en la Norma Técnica de Auditoría de Relación entre auditores”. Asimismo, según expuso Gustavo Bosquet, “durante el año 2019 los informes provenientes de la Competition Markets Authority (CMA) del Reino Unido y de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) en España han promovido la implantación de la coauditoría”.
Por ello, los economistas auditores confían en que el Reglamento de Auditoría de Cuentas que próximamente será publicado en el BOE enfatice en la implementación de las coauditorías, atendiendo a la valoración positiva sobre la necesidad de potenciar el régimen de auditorías conjuntas expresada en el dictamen del Consejo de Estado correspondiente al expediente del proyecto de Real Decreto por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley 22/2015, de 20 de julio, de Auditoría de Cuentas, publicado en el BOE el pasado 15 de enero, aunque en opinión del REA “no parece que ello vaya a tener el desarrollo deseado en el texto del Reglamento” .
Estudio: Auditoría de cuentas en España. Valor añadido
El estudio presentado consta de dos apartados: El primero dedicado a los inicios y evolución de la auditoría de cuentas en España mediante un recorrido del marco regulatorio, datos relevantes de la última década y unas breves reflexiones que ayuden a definir posibles cambios necesarios para la sostenibilidad del sector. El segundo apartado analiza un posible horizonte que ayude a la generación de valor en la auditoría de cuentas e introduce el tema de la coauditoría como punto de partida para valorar y entender mejor esta práctica. Asimismo, el estudio incorpora una encuesta que recoge la opinión que sobre la coauditoría tiene el colectivo de auditores de cuentas en España con un resultado total de 278 respuestas válidas.
Entre las principales CONCLUSIONES que pueden extraerse del estudio y de la encuesta realizada, se encuentran: