Tal y como muestra la última oleada de encuestas realizada por la aseguradora de salud, el 45% de la población reconoce tener una situación económica poco favorable, calificándola como ‘justa’ o ‘mala’. Esta posición de inseguridad financiera está especialmente presente en las personas de más de 50 años, con un 57% de encuestados en este estado, y en el grupo de edad de entre 18 y 24 años, con un porcentaje del 48%. Los que mejores perspectivas presentan son los millennials (25-34 años), con un 29%, y los de edades comprendidas entre los 35 y los 49 años, con un 44%.
Aunque la huella financiera de la crisis sanitaria no afecta a toda la población por igual, más de la mitad de los encuestados (54%) indica que este contexto está impactando en su situación y planificación económica particular. Tal es así que el 46% indica tener problemas para hacer frente a gastos como actividades lúdicas o vacaciones, para mantener el nivel de vida al que estaba acostumbrado antes de la irrupción de la pandemia (41%), o para asumir gastos fijos tan importantes como el alquiler o la hipoteca de su vivienda (39%).
Este desequilibrio económico está provocando, incluso, que 6 de cada 10 admitan tener poca o ninguna seguridad financiera en el caso de que ocurra una emergencia o se queden sin trabajo, lo que estaría incrementando, todavía más, el estado de tensión de la población española.
“Este año, las circunstancias desfavorables provocadas por el COVID-19 han puesto a prueba la estabilidad emocional de las personas, llevando a muchas de ellas a situaciones de estrés continuado por diversas razones: finanzas personales, incertidumbre por el futuro, temor al contagio... Este estrés permanente, unido al cansancio psicológico y físico propio de la pandemia, va menoscabando, día tras día, la calidad de vida de quienes lo padecen y puede ser el desencadenante de patologías muy diversas. Por ello, no conviene ignorarlo, siendo necesario tomar medidas para reducir los niveles de estrés y recuperar el equilibrio de nuestro bienestar y salud integral”, indica la Dra. María Sánchez, E-Health Medical Manager de Cigna España.
¿Cuáles son las consecuencias del estrés financiero en la salud?
Existen evidencias sobre la relación entre el estrés económico y una mayor predisposición a padecer determinadas patologías. A continuación, se exponen algunas de las identificadas por el departamento médico de Cigna:
Toda esta sintomatología, unida a la falta de concentración, sensación de cansancio constante o cambios de comportamiento (irritabilidad, apatía, tristeza, etc.) que también provoca el estrés financiero, podrían afectar, a su vez, a tres aspectos clave para el bienestar emocional: familia, entorno social y contexto laboral. En los dos primeros casos, debido a la incidencia negativa que un cambio conductual de esta magnitud puede suponer en las relaciones que se mantienen con los demás. En lo que respecta al entorno de trabajo, debido al impacto directo que esta situación tiene en la motivación, el desempeño individual y la productividad laboral. El hecho de no tener seguridad en estas áreas fundamentales podría retroalimentar e incrementar los niveles de estrés.
Para tratar de gestionar de la mejor forma posible esta situación de inestabilidad e incertidumbre, es adecuado apostar por un estilo de vida saludable, a través de una alimentación equilibrada y sana, una rutina habitual que incluya algún tipo de ejercicio físico, la práctica de ejercicios de relajación o el contacto constante con familiares y amigos.
Fuentes:
1 JAMA Cardiology. Longitudinal Associations Between Income Changes and Incident Cardiovascular Disease. Enlace
2 Universidades de Virginia y Columbia. Economic Insecurity Increases Physical Pain. Enlace