Lo que muchos estudiantes no saben es que aunque el Grado en Economía tenga la Economía por principal objeto, en realidad, los alumnos pueden hacer el TFG de Economía sobre una gran diversidad de temas.
De hecho, el objetivo de un TFG es demostrar que el alumno es capaz de conjugar todo el conocimiento adquirido durante el grado para desarrollar un proyecto. En otras palabras, es una oportunidad para “mezclar” las asignaturas de modo que el resultado final sea lo más completo posible.
Así, un TFG de Economía puede ser un trabajo principalmente sociológico, estadístico, demográfico, económico, histórico, etc.
Como pequeño truco para saber desde qué marcos se puede enfocar el trabajo fin de grado, se puede echar un vistazo a los departamentos existentes en la facultad y que impartan clase durante el grado. Si has tenido una asignatura sobre ello, seguramente puedas hacer tu TFG sobre ese tema.
Este detalle es muy importante porque se calcula que un TFG puede llevar más de 200 horas, así que es una experiencia mucho más llevadera cuando se realiza sobre un tema que agrade e interese al autor.
En este sentido, también se puede, y en opinión de muchos expertos se debe, orientar el tema del trabajo hacia las aficiones o pasiones del autor. Si a un estudiante le apasiona algo tan prosaico para muchos académicos como el fútbol, se puede hacer un análisis económico de la aportación del fútbol a determinada localidad o lo mismo se puede realizar con otras aficiones más minoritarias como el surf, el alpinismo o lo que sea.
A día de hoy, es difícil encontrar un solo aspecto de nuestras vidas que no tenga una faceta económica, así que como estudiante de Economía, puedes aprovecharlo.
Los trabajos de Economía pueden tener un enfoque cuantitativo, es decir, utilizando estadísticas, cuestionarios, etc. o cualitativo en los que se pueden usar noticias de periódicos, entrevistas y otros textos.
Es habitual que los tutores tengan predilección por uno de los dos enfoques, por lo que es mejor sondear su opinión antes de decidir. Además, se va a optar por un enfoque cuantitativo, es recomendable comprobar que se podrán reunir suficientes datos como para que el tratamiento estadístico sea significativo.
Para ello, se puede optar por un trabajo que se nutra de estadísticas ya recopiladas como las del Instituto Nacional de Estadística o bien de estadísticas resultantes de la aplicación de un formulario por parte del autor a otras personas, para lo que es recomendable que se elija una población a la que se vaya a tener acceso fácilmente (en la práctica, esto suele conseguirse con una población de clase social y rango de edad similar a los del autor).