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La doble cara de los datos de la bajada del desempleo en España y sus efectos psicológicos

Miércoles 13 de julio de 2016
Desde Coaching Club analizamos pormenorizadamente la incidencia del desempleo en el desarrollo psicosocial y en la calidad de vida de los afectados por esta lacra, que golpea con especial virulencia en nuestro país. Estudiamos también el impacto del desempleo de larga duración (más de dos millones de personas han sobrepasado los dos años continuados en la búsqueda infructuosa de trabajo) en los vínculos familiares y sociales, todo ello en un país cuyos últimos datos EPA arrojan un 21% de parados y un 25,04% de tasa de temporalidad.

A principios de esta semana se publicaron, por parte del INEM, unas alentadoras cifras de desempleo y contrataciones, si bien a estos datos siempre hay que ponerlos cierta sordina al tratarse de un simple registro administrativo y no de datos comparables y homologables internacionalmente.

Coaching Club, centro pionero en el aprendizaje colaborativo, analiza la enorme correlación entre el desempleo y los trastornos emocionales, toda vez que la pérdida o la imposibilidad de encontrar trabajo se presentan como hechos indeseados e impredecibles que escapan totalmente de nuestro control y de nuestra voluntad.

Verónica Rodríguez, Directora de Coaching Club, explica, “La existencia de un desempleo masivo impacta fuertemente en el psiquismo colectivo de la población, produciendo malestar psicológico y fragilidad psíquica. Este malestar incluye sensaciones de inseguridad y de incertidumbre. Inseguridad ligada a lo económico, pero también ligada al desarrollo personal y a la autoestima. La incertidumbre sobreviene cuando el individuo se plantea estrategias de futuro sin una posibilidad real de llevarlas a la práctica.

El cambio frecuente de un contrato a otro, sin una sólida confianza en lo que pueda deparar el futuro, obliga a no poder tener otra perspectiva que la que nos ofrece el más riguroso de los presentes. Lo que realmente ha entrado en crisis es la idea de proyecto y de planificación, concebir un mañana desahogado con los recursos que proveen la continuidad y el ahorro.

Los desempleados sufren un proceso de aislamiento y desestabilización: se pierde la capacidad de control sobre su propia vida, su libertad de elección desaparece y se sienten cada vez más a merced de los acontecimientos externos; por ello tienden a perder la esperanza, la confianza en la ayuda y a deprimirse.

Su nuevo modus vivendi no proporciona más objetivos ni requiere ni estimula las capacidades profesionales, el tiempo se alarga y se desestructura, tienden a ir perdiendo poco a poco la capacidad de previsión porque hay que resolver, antes que nada, el día a día.

La sociabilidad y el contacto humano de estos individuos se van reduciendo paulatinamente, produciéndose un periodo de aislamiento que se acentúa al sentirse excluidos del interés común y del engranaje social.

Para afrontar esta situación de desempleo, desde Coaching Club basan su filosofía tanto en el crecimiento y conocimiento personal como también en el aprendizaje colaborativo . “No basta con tener los recursos, sino que además es necesario saber que uno los tiene. Debajo de mi casa puede existir un enorme pozo de petróleo, pero si no sé que está, es como si no estuviera. El reconocer que uno cuenta con los recursos forma parte de los recursos necesarios”, explica Verónica Rodríguez Orellana, que concluye con lo siguiente: “Desde el coaching tomamos la crisis personal como una oportunidad única de cambio centrándonos en las acciones y en los objetivos para acompañarlos a sus metas. Tratamos de hacer de sus crisis de desempleo un cambio y un aprendizaje positivo adquiriendo nuevas herramientas y habilidades, desarrollando más aun la empatía personal y la confianza para consigo mismos y con su entorno a través de sesiones grupales e individuales“.


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