Economía

Oro: dolor a corto plazo

Luc Luyet, Pictet WM.

OPINIÓN: Por Luc Luyet, economista, estratega de divisas de Pictet WM

Jueves 18 de marzo de 2021
El oro tiende a prosperar en un entorno de baja rentabilidad a vencimiento de la deuda y el aumento de los tipos de interés reales a diez años de la deuda de EEUU está pesando en su precio. id:69558

Ni si quiera el repunte de la volatilidad en los mercados ha dado lugar recientemente a un aumento significativo del precio del oro (tampoco de monedas “refugio” como franco suizo o yen japonés), aunque ha favorecido al dólar, confirmando el fuerte atractivo del billete verde, ya evidente en el apogeo de la crisis Covid-19.

Hay que tener en cuenta que los tipos de interés reales a largo plazo de EEUU son un factor clave para el oro, pues representan el coste de oportunidad de poseer el metal como inversión, el cual no genera cupones. Al respecto el repunte de la rentabilidad a vencimiento de la deuda de EEUU añade presión a la baja sobre el oro. Por nuestra parte estimamos que la rentabilidad a vencimiento de la deuda del Tesoro de EEUU a diez años aumente para situarse en 1,7% este año, de manera que el oro se puede debilitar adicionalmente. Además, el descubrimiento de vacunas eficientes y un rápido ritmo vacunación eficaz contra las variantes Covid-19 puede acelerar la reapertura de la economía, lo que añadiría presión al alza de los tipos de interés tasas reales a largo plazo y reduciría el atractivo del oro como activo refugio.

Por su parte la demanda de oro por parte los bancos centrales puede seguir siendo débil la primera mitad del año, pues Rusia y Turquía no han aumentado sus posiciones en oro últimamente. Además, es posible que tengamos que esperar a la segunda parte de 2021 para ver la demanda de joyas reaccionando a unos precios más bajos del oro.

Incluso a corto plazo existe el riesgo de que el mercado, en ausencia de mayores compras mensuales de bonos o una nueva Operación Twist para aumentar la madurez promedio de los bonos del Tesoro de EEUU, siga desafiando a la Reserva Federal. Pero es probable que las expectativas del mercado respecto a subidas de tipos de interés se retrase varios trimestres. Efectivamente, la normalización de política monetaria probablemente sea muy lenta si la inflación, tras un repunte inicial, se mantiene suave. Además, es poco probable que la Reserva Federal tolere un endurecimiento de las condiciones financieras que ponga en peligro la actual recuperación económica. De hecho, las expectativas del mercado de aumento de tipos de interés para finales de 2022 van contra las proyecciones de la Reserva Federal y la nuestra propia de que no subirán hasta mucho más tarde. La última vez llevó dos años y medio desde que la Reserva Federal insinuase que iba a reducir las compras mensuales de bonos, en mayo de 2013, hasta que subieron los tipos de interés en diciembre de 2015. Además, la Reserva Federal ha adoptado una "meta de inflación promedio" y reiterado su posición monetaria acomodaticia.

En cualquier caso un aumento sostenido de la inflación puede apoyar el oro en relación con las monedas fiduciarias, especialmente si los estímulos fiscales no logran aumentar la productividad. Por otra parte, dadas las perspectivas de sólido crecimiento global, es previsible que se reduzca el diferencial de crecimiento de EEUU con otras regiones. Además, los grandes estímulos fiscales de la administración Biden conducirán a un mayor deterioro de su déficit presupuestario e impulso a corto plazo de su economía, que ampliará su déficit por cuenta corriente. Todo ello debilita el dólar y favorece al oro.

De manera que seguimos relativamente alcistas a medio y largo plazo en oro. Seguimos viéndolo como cobertura atractiva contra eventos imprevistos del mercado, especialmente en un entorno donde la Teoría Monetaria Moderna gana adeptos. Así que hemos revisado a la baja la expectativa del precio del oro a tres meses a 1,800 dólares la onza y a seis meses y doce meses a 1,900 dólares la onza.

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