Los fisioterapeutas han sufrido los cierres de sus establecimientos por carecer de EPIS en las primeras fases de la pandemia. Sus ingresos también han bajado por la disminución de su capacidad de atender pacientes con los nuevos criterios. Pero por el contrario, sus gastos se han incrementado al tener que estar utilizando EPIS con cada paciente que tratan, además de tener que reformar sus centros para que fueran establecimientos seguros ante los nuevos métodos de expansión del virus mediante aerosoles.
Este Consejo manifiesta la absoluta necesidad de que la activad de Fisioterapia sea incluida dentro de los sectores económicos beneficiarios de las ayudas, para que sus consultas se puedan mantener y seguir prestando su asistencia esencial a la ciudadanía.