Motor

Skoda Octavia 2.0 TDI DSG Style

Cuarta generación del modelo de la marca más vendido en su historia

Mariano García Viana | Domingo 04 de abril de 2021
Más grande, más equipado, más tecnológico, más seguro…..el Octavia celebra su 60 Aniversario y su relanzamiento de 1996, con esta nueva generación mejor que nunca. id:70147

La historia del Octavia “moderno” empezó en 1959 y precisamente en esa fecha era el octavo modelo de la marca desde el final de la Segunda Guerra Mundial, si bien su nombre se debe a que en su día fue el modelo numero ocho desde la creación de Skoda. Desde su lanzamiento hace 60 años, nada menos que siete millones de unidades se han producido y se han entregado en 46 países, por lo que es fácil imaginar que el Octavia es sin lugar a dudas el modelo más importante del fabricante checo. Ahora su cuarta generación esta dispuesta a seguir esa tradición de superventas y desde luego, que cualidades no le faltan para conseguirlo.

El nuevo Octavia es ahora, en la versión berlina que ocupa esa prueba, 19 mm. más largo que la generación anterior, mientras que su anchura también ha crecido en 15 mm. Si ya con las medidas anteriores el modelo podía presumir de ser uno, por no decir el que más, de los que ofrecía un habitáculo más espacioso, ahora con ese aumento su liderazgo en ese sentido es más pronunciado aún. Exteriormente, y aunque conserva sus formas conocidas que identifican claramente al Octavia, si bien se han introducido algunas modificaciones que le hacen más moderno y atractivo y le configuran como un modelo realmente nuevo. El frontal, típico de la marca, ahora presenta unas lamas verticales negras más gruesas en la parrilla, que esta enmarcada por una línea cromada igualmente dimensionada. Como ya ocurre en muchos modelos actuales, sobre todo del Grupo Volkswagen, el capó baja de forma redondeada y suave hasta la mencionada parrilla, bajo la cual se abre de parte a parte la entrada de aire principal, que integra los faros antiniebla y direccionales y ya que hablamos de faros digamos que los principales, largos y estrechos disponen de tecnología Matrix led, la luz de día y los intermitentes secuenciales.

En la visión lateral se aprecia el aumento de longitud, debido sobre todo al cromado que recorre toda la superficie acristalada, al mayor ángulo del final de la puerta trasera, una forma ya habitual en el Octavia, pero con un mayor pronunciamiento y a la forma en ángulo del final de la tapa del maletero, como ahora veremos. Esta parte trasera, mucho más angulosa, es quizás la más novedosa del modelo, ya que ese final del capó del maletero, acaba efectivamente en un señalado ángulo, como si quisiera prolongarse hacia afuera. Así mismo, los grupos ópticos son de diseño horizontal, en lugar de los verticales habituales en el Octavia, incorporando la tecnología led y los intermitentes dinámicos. También son de destacar las llantas de aleación de 18 pulgadas formadas por múltiples radios.

En el interior, también el nuevo Octavia aporta un diseño nuevo, moderno y bien terminado. El salpicadero muestra dos tonos con menor o mayor intensidad de negro/gris oscuro, con líneas horizontales, pero sobre todo dominado por un generoso cuadro de instrumentos de 10,2 pulgadas y por una no menos generosa pantalla multifunción de 10 pulgadas, situada de forma superpuesta en el centro del mismo, bajo la cual se agrupan diversas teclas de activación de funciones, aunque muchas de ellas, como el climatizador se activan desde la propia pantalla. Toda una línea de color, que el conductor puede cambiar de tono, recorre la parte media de salpicadero, así como el guarnecido de las puertas.

Un diseño sencillo pero funcional y luminoso. La consola que parte de la zona baja del salpicadero y siempre en posición horizontal, contiene un espacio para la carga inalámbrica del móvil y un poco más atrás la pestaña que acciona el cambio automático, de solo 3 posiciones, R, N y D/S, estando la P de aparcamiento situada delante en una tecla. Un hueco cerrado mediante persiana contiene dos posabotes y esta acompañado por otro más pequeño para monedas y objetos de reducido tamaño. El capítulo de espacios en esta zona central se complementa con el situado bajo el reposabrazos. De todas formas, el nuevo Octavia ofrece un buen número de pequeños detalles, dentro de la filosofía Symple Clever de la marca, como la caja para guardar las gafas, persianas en las ventanillas traseras, o algo tan exclusivo, como el compartimento existente en las puertas delanteras para guardar el paraguas o un embudo integrado en el depósito del lavaparabrisas. La terminación es buena, pero quizás le falta un toque de calidad en algunas zonas que muestran un plástico demasiado duro.

Los asientos delanteros, con regulación eléctrica el del conductor, resultan cómodos y sujetan suficientemente el cuerpo. Poe su parte, los pasajeros traseros pueden disfrutar de una amplitud envidiable, no tanto como el hermano mayor de la marca, el Superb, pero casi, teniendo además salidas del climatizador regulable para ellos. El asiento se puede abatir por partes de manera sencilla con solo apretar un botón, para así ampliar la capacidad de un maletero verdaderamente cavernoso, pues tiene una capacidad de 600 litros.

La versión probada montaba el conocido motor diésel, dentro del Grupo Volkswagen, de cuatro cilindros, dos litros (1.968 c.c.), cuyo rendimiento se cifra en los 150 CV ente las 3.000 y las 4.200 r.p.m. y un par de 360 Nm entre el período de las 1.600 y 2.750 vueltas. Aunque como decimos esta motorización ya la hemos probado en diversas marcas y modelos del Grupo, en esta ocasión la verdad es que nos ha sorprendido gratamente. El motor ha ganado notablemente en rapidez de respuesta, o sea, en una subida de vueltas más fulgurante, aunque se parte de bajas revoluciones, esto unido además a un nivel sonoro mucho más bajo y que apenas se deja oir en el habitáculo, hace que su funcionamiento sea mucho más agradable a cualquier régimen. Además, los ingenieros han trabajado también en otros aspectos como en el de conseguir una depuración de gases más afinada, emplear un catalizador de tipo SCR y una doble inyección de AdBlue. Todo ello permite reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno en un 80% con respecto a versiones anteriores. Por supuesto que este renovado y moderno motor, emplea dos árboles de levas en culata, inyección directa common rail, turbo de geometría variable e intercooler.

El empleo de una caja de cambios automática DSG, de 7 velocidades, perfectamente adaptada al motor, hace que su manejo sea todavía más agradable y eficaz en todo tipo de circunstancia. Esta caja de cambios emplea, por primera vez en Skoda, la tecnología electrónica para seleccionar las marchas que, como hemos mencionado, se maneja desde una pequeña palanca basculante situada en la consola horizontal.

El comportamiento del Octavia es realmente estupendo y además de sus bien estudiadas suspensiones, contribuye la propia estructura del coche. En esta cuarta generación, más del 20% de la carrocería está hecha de acero de ultra alta resistencia formado en caliente. Casi un 14% de la estructura se compone de acero de ultra alta resistencia y acero multifásico. Esto garantiza una excelente estabilidad y seguridad, combinadas con un menor peso, lo que además, permite ahorrar combustible. Las mencionadas eficaces suspensiones, son del tipo McPherson, con su correspondiente barra estabilizadora, en el tren delantero y de la denominada rueda tirada en el trasero. El conjunto consigue un excelente compromiso entre seguridad y confortabilidad para los pasajeros, no mostrando tampoco excesivo balanceo en las curvas cerradas. Ya que hemos citado la seguridad, destaquemos que esta cuarta generación del Octavia ha conseguido las cinco estrellas en las pruebas de seguridad Euro NCAP.

Conducir el Octavia TDI es muy agradable y fácil, todos los elementos quedan muy a mano, la dirección es suave, pero transmite lo que ocurre en las ruedas y el equipo de frenos se muestra muy eficaz en toda circunstancia, sin mostrar síntomas de fatiga por mucho que se les utilice. Y a todo ello hay que sumar en esta versión Style un equipamiento de lo más completo, tanto en sistemas de seguridad y ayuda a la conducción, como en los elementos de confort. Así, nos encontramos con un asistente de prevención de colisión (mueve ligeramente el volante para ayudar al conductor a evitar o reducir las consecuencias de una colisión contra un vehículo, una bicicleta o un peatón), una alerta de salida del habitáculo (avisa al conductor si otro vehículo o un ciclista se acercan por detrás al abrir la puerta del coche) o un sistema de aparcamiento semi automático, reconocimiento de señales de tráfico, nueve airbargs, Control de Crucero Adaptativo, que ajusta automáticamente la velocidad del coche en función de los vehículos que tiene por delante, a velocidades de hasta 210 km/h. En combinación con una transmisión DSG, puede incluso detener el coche por completo y volver a arrancar en menos de 3 segundos. Además, la nueva versión predictiva también usa imágenes de la cámara del parabrisas y datos del sistema de navegación para detectar restricciones de velocidad y curvas, y así ajustar automáticamente la velocidad de forma anticipada.

En fin, una berlina con una relación precio-calidad de lo más atractiva, pues a la descripción de algunos de sus muchos elementos con los que esta equipado, hay que sumar sus sistema de infoentreteniiento, que permiten al Octavia estar más que conectado, sin olvidar el siempre agradable compañero que es un buen equipo de sonido.


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