Todo lo que sube, tiene que bajar. Contrariamente a lo que algunos piensan, la popular frase de Isaac Newton se aplica también al mundo de las inversiones. Los mercados no avanzan solo hacia arriba, también experimentan periodos de contracción y retroceso. Y, cuando las bolsas caen, mucha gente se preocupa. ¿Pero sabías que existen instrumentos como los CFD que ofrecen un resultado más estable cuando un activo baja? Los CFD, además de permitirnos obtener mejores resultados en escenarios bajistas, nos permiten también beneficiarnos de las bondades del apalancamiento. Por lo tanto, este tipo de vehículos de inversión son ideales para reaccionar en todo tipo de escenarios financieros: alcistas, bajistas y laterales.
Estrategia respaldada por gigantes del trading como Paul Tudor Jones, ahora apostador por el bitcoin, defiende entrar en operaciones de inversión con gran recorrido alcista, pero con muy poca posibilidad de incurrir en grandes pérdidas. Esta estrategia consiste en arriesgar poco dinero en activos de riesgo superior al normal, pero cerrando la posición si se vuelve contra nosotros, para tratar de conseguir grandes ganancias minimizando la posibilidad de pérdidas.
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Precisamente, el bitcoin ejemplifica una buena oportunidad para esto. Con crecimientos porcentuales pocas veces vistos en los mercados, una estrategia de riesgo asimétrico en este mercado consistiría en dedicar un pequeño porcentaje de nuestros ahorros, proporcionando un stop de pérdidas próximo a nuestro punto de entrada. De esta forma, se podrá tratar de aprovechar los grandes movimientos de esta criptomoneda. ¿Si sale mal la operación? La pérdida será muy pequeña. Pero si sale bien, los beneficios podrían ser muy considerables.
Pocas cosas hay tan difíciles en los mercados financieros como acertar el momento exacto en el que deberíamos salirnos de una inversión. Debemos resistirnos al orgullo de tratar de hacerlo y abordar un enfoque más humilde, de cierre y apertura de posiciones de forma escalonada, para evitar comprar en lo más alto y vender en lo más bajo. Es cierto que así obtendremos menos rentabilidades que si lográsemos entrar en un activo en su punto de cotización más bajo y que si lográsemos venderlo en su punto más alto.
En resumidas cuentas, las tres estrategias que hemos expuesto en los párrafos anteriores funcionan especialmente bien entre los pequeños ahorradores, los más interesados en preservar su capital de inversión. Es por ello que siempre hay que tener en cuenta todas las posibilidades y hace estudios exhaustivos para poder realizar inversiones de forma satisfactoria. Por eso, esperamos que te hayan resultado de ayuda las tres estrategias que hemos esbozado hoy.