La clave fue el control preciso del tamaño de los copos de aluminio empleados en la pintura, para dar lugar a una imagen ultrametalizada, que crea un efecto más similar al papel de aluminio o el cromo. Para conseguirlo, se seleccionaron materiales “radiantes”, se aplicó una tecnología de control de la orientación para disponer uniformemente los copos de aluminio y se utilizó una técnica multicapa de composición de la pintura. Con una supervisión constante para que la calidad fuera perfecta, el resultado fue un acabado metalizado sin precedentes.
La siguiente innovación de Lexus fue el desarrollo de la tecnología de pintura sónica. Sabiendo que había límites respecto a lo que se podía conseguir con una sola capa base de pintura, Lexus desarrolló su técnica de composición multicapa para que cada capa desempeñara un papel distinto en la calidad y el aspecto de la pintura acabada.
Sonic Titanium y Sonic Silver fueron las dos primeras pinturas metalizadas de Lexus desarrolladas mediante el proceso sónico, introducido inicialmente en el Reino Unido para las berlinas IS y GS a partir de 2012. Creada por los ingenieros de Lexus en el marco de un programa de desarrollo de cinco años, esta técnica dio lugar a una capa de pintura comprimida hasta un grosor de tan solo 12 micras. Para ello, los copos de aluminio que flotaban en la pintura se acercaron aún más y se alinearon de manera más uniforme. En combinación con el acabado multicapa, aportaba un brillo y una tonalidad renovados a la carrocería del vehículo, unas cualidades potenciadas por la precisión del proceso de pintura robotizado de Lexus y el pulido a mano supervisado por sus famosos artesanos especialistas Takumi. A pesar de que el proceso de pintura sónica requiere más esfuerzo, su aplicación precisa de menos tandas del proceso de secado, por lo que es más eficiente desde el punto de vista medioambiental.
El lanzamiento de la quinta generación del LS en 2018 fue acompañado de otra innovación en la tecnología de pintura, con el estreno del Manganese Lustre, un acabado diseñado para transmitir la apariencia densa y sólida de una masa metálica. Para conseguirlo se aplicó una fina capa de pintura metálica, para dar un toque metalizado a los detalles de la carrocería, en combinación con una capa gris oscura que enfatizaba el estrechamiento del diseño del modelo. En ese sentido, resultó crucial el desarrollo del proceso sónico para que una capa de 12 micras que contenía partículas de mica se contrajera hasta un grosor de apenas cuatro micras en el proceso de secado, lo que aumentaba el nivel de reflectancia.
La aspiración de Lexus con el desarrollo del color Lunar Silver, introducido en 2020 en el nuevo LS, era conseguir “la textura metalizada definitiva”. Según explica: “Para conseguirlo, fuimos muy meticulosos al seleccionar el tipo de aluminio que utilizamos y al orientarlo uniformemente en la capa de pintura. Más concretamente, el aluminio se deposita como una delgada película de vapor que se alinea suavemente en una capa ultrafina. El resultado es un vistoso reflejo metalizado con el lustre y la uniformidad de un espejo, con unos contrastes oscuros potentes y profundos”.