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El impacto de la pandemia en el futuro del teletrabajo

Red Econ | Viernes 30 de abril de 2021
La pandemia del Covid 19 sigue estando muy presente en nuestro día a día. A pesar de que el proceso de vacunación ya parece que sí avanza definitivamente y se albergan más esperanzas en alcanzar ese ansiado 70% de vacunados que permitiría conseguir la inmunización de rebaño, todavía quedan meses en los que hay que mantener la responsabilidad cívica y tomar medidas de distanciamiento social. id:71130

Una de esas medidas que continuarán incluso cuando se supere la pandemia será la del teletrabajo. El pasado año, durante el inicio de la primavera, muchas empresas se vieron obligadas a realizar cambios urgentes en sus modos de funcionamiento para darle cabida a los sistemas de teletrabajo.

Las organizaciones que ya venían implementando estos sistemas pudieron actuar con más soltura y se beneficiaron de esa ventaja competitiva. El teletrabajo, que irrumpió con mucha fuerza hace ahora un año, ya era una medida muy reclamada por muchos actores, y ahora parece que ha venido para quedarse.

¿Qué cambios deben ejecutar las empresas tras la pandemia?

El anuncio del Partido Popular de cambiarse de sede y abandonar la calle Génova en Madrid responde, aunque no solo por este motivo, a la idea que impera en muchas empresas en la actualidad. ¿Es necesario seguir manteniendo una sede física de grandes dimensiones o es preferible optar por instalaciones de trabajo más pequeñas que solo sean utilizadas de manera ocasional para reuniones mientras se fomenta el teletrabajo?

Para tomar esta decisión hay que tener en cuenta algunos aspectos. Los económicos son importantes, pero también el impacto cognitivo que puede tener para los empleados no compartir espacios físicos.

Algunas actividades no verán afectados sus niveles de creatividad y productividad, pero otros sí lo harán. A esto hay que sumar la cada vez mayor dependencia de trabajos online. Multitud de ocupaciones se pueden poner en marcha desde casa: desde el comercio online a las inversiones en mercados financieros pasando por la docencia o la creación de contenidos web.

En el último año, plataformas como TikTok o Twitch han ido acumulando mucho interés por parte de la ciudadanía. Los creadores de contenido son capaces de diversificar su actividad para llegar a la audiencia y segmentarla en función de cada red social.

¿Cómo conciliar trabajo y vida laboral en esta nueva era del teletrabajo?

La vida tras la pandemia podrá volver a ser más o menos como antes de marzo de 2020 para muchas personas. Aquellos trabajadores del sector primario y secundario más tradicionales no notarán un cambio significativo en su día a día, aunque sí se adaptarán a la mayor presencia de internet en sus vidas, si todavía cabe más.

Pero para los servicios que se pueden realizar en remoto sí existe un riesgo, el de separar el trabajo del resto de la vida. Tener el trabajo en casa puede suponer un alto grado de intromisión. Esto ya ocurre en muchas empresas, que invaden la intimidad de sus empleados a través del contacto directo vía telefónica.

Por mucho que se trabaje desde casa, con acceso a internet, es importante seguir respetando esa privacidad a la que tiene derecho cada persona. Los propios trabajadores deben ser conscientes de ello y no pensar que, por poder trabajar desde casa, tienen que dedicarse a ello exclusivamente.

¿Cómo quedarán los gastos empresariales?

Otra duda a resolver, y en la que ya están trabajando el Ministerio de Trabajo y los principales agentes sociales, patronales y sindicatos, es el papel de las empresas con estos nuevos sistemas. Si ya no se acude a la oficina a trabajar, ¿hay que seguir manteniendo las dietas por desplazamiento o por cubrir la alimentación?

Y si se trabaja desde casa, ¿se hará cargo la empresa de algún gasto derivado para que sus empleados dispongan de buena conexión a internet?¿Y el equipamiento, cubrirá la empresa con el material necesario para poder teletrabajar desde casa?

El teletrabajo ha venido para quedarse. La pandemia del coronavirus ha servido para potenciar un movimiento que, aunque no era todavía excesivamente popular, ya se veía como el futuro para muchas empresas.

Los aspectos positivos del teletrabajo están sobre la mesa: menos desplazamientos, menor contaminación por la emisión de gases de efecto invernadero, mayor posibilidad de compatibilizar vida laboral y familiar y menores gastos. Pero para que todo ello se cumpla es muy importante adquirir los mecanismos acertados, algo que todavía costará unos meses.

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