Pero las perspectivas para las PYMES serán probablemente más inciertas que para los emisores de bonos. Y aunque las quiebras han disminuido por razones técnicas en 2020, la verdadera prueba de fuego será el comienzo de la retirada del apoyo fiscal durante la segunda mitad de este año. Las consecuencias podrían repercutir en el sector bancario, aunque esperamos que los gobiernos procedan con mucha cautela al retirar sus ayudas al sector privado. Por lo tanto, esperamos que los rendimientos dela deuda con grado de inversión se ajusten a la baja gradualmente, mientras los de la deuda high yield deberían aumentar. Esto proporcionará un efecto amortiguador frente a la subida de los tipos, pero también porque una inflación más alta está beneficiando al crédito en general y al high yield en particular, al apoyar el desapalancamiento de las empresas.
A fondo
Las quiebras disminuyeron un 25% en Europa en 2020, mientras que en Estados Unidos, aumentaron un 16% (en virtud del capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EE.UU.). La cuestión es si la protección de la economía a toda costa en Europa llevará a la zombificación de la región en los próximos años.