La encuesta revela que:
Aunque un alto porcentaje de las empresas encuestadas (1.648 compañías de 41 países) afirma que el bienestar y la resiliencia de los empleados son importantes y tienen iniciativas puestas en curso, son pocas las que cuentan con estrategias y aún menos las que han integrado plenamente el bienestar dentro de su estrategia de negocio.
La encuesta también detalla que la cultura de la empresa es el motor número uno para desarrollar con éxito una estrategia de bienestar, pero más allá de los recursos financieros y la inversión, uno de los mayores desafíos para iniciar o ampliar las iniciativas de bienestar es el compromiso y el interés de los empleados (clasificado como un reto por el 42% de los participantes en la encuesta a nivel mundial).
El liderazgo puede marcar la pauta de la cultura y el bienestar; el 89% de las empresas encuestadas coincidieron en que el Director de Recursos Humanos (CHRO) es el mayor partidario de impulsar las iniciativas de bienestar, seguido del Director General (78%).
Avneet Kaur, EMEA Wellbeing Solutions Leader de Aon, afirma: "El bienestar es mucho más que programas e iniciativas individuales; es una estrategia de personas a largo plazo, que utiliza recursos para lograr objetivos de resiliencia durante un periodo sostenido en el tiempo. La cultura determina si los programas de bienestar para empleados prosperan o fracasan, por lo que las empresas deben evaluar si su cultura organizativa les ayuda o les obstaculiza en sus esfuerzos por mejorar el bienestar y la resiliencia. El apoyo de los líderes de la organización es un factor crítico para crear una cultura y una estrategia de bienestar que puedan tener un impacto positivo en la resiliencia de la plantilla y en los resultados de la empresa".
El reciente informe de Resiliencia de Aon también reveló que, a pesar de que las iniciativas de salud y bienestar están bien establecidas dentro de las empresas, con un 80% de acuerdo en que son beneficiosas para sus organizaciones, los programas no generan una fuerza laboral resiliente. La investigación indicó que sólo el 30% de los empleados encuestados son resilientes.
La resiliencia en el entorno laboral significa que las personas pueden adaptarse mejor a las situaciones adversas, gestionar el estrés y mantener la motivación, lo que permite a las organizaciones gestionar mejor el cambio. El impacto de la pandemia mundial de COVID-19, el malestar social y una economía cambiante han elevado la importancia del bienestar para las personas, las organizaciones y las comunidades en el último año, y la encuesta manifiesta que los principales riesgos para el bienestar que afectan a los resultados de las empresas a nivel mundial son los problemas de bienestar emocional causados por el estrés (67%), el agotamiento (burnout) (46%) y la ansiedad (37%).
Ignacio Salvatierra, Director General de Salud de Aon, destaca: “El informe constata la necesidad de abordar la salud de las personas con una estrategia definida velando por la protección de nuestras plantillas.La salud ha recobrado un plano estratégico dentro de las organizaciones y debemos seguir haciendo hincapié en la resiliencia de una fuerza laboral que refuerce una plantilla sana y saludable”.