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Volver a ver cómodamente gracias a las Lentes de Colámero Implantables (ICL)

Red Econ | Lunes 24 de mayo de 2021
Cualquiera que necesite utilizar gafas o lentes de contacto sabe que con la pandemia se han vuelto mucho más incómodas. id:72041

Para la realización de esta información hemos hablado con la Clínica Rementería, especialista en cirugía refractiva y concretamente en la técnica de las lentes implantables personalizadas.

¿Qué es una lente de colámero implantable (ICL)?

La lente de colámero implantable (ICL) es una lente avanzada, fina y transparente que funciona de forma similar a una lente de contacto, pero que se implanta quirúrgicamente en el ojo, como solución a largo plazo para la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. La ICL no se siente mientras está en el ojo, no requiere mantenimiento y puede retirarse si es necesario, también mediante un procedimiento quirúrgico. La ICL no sustituye al cristalino, sino que se implanta delante del cristalino y detrás del iris (la parte coloreada del ojo).

El procedimiento ICL es una solución de bajo riesgo y a largo plazo y, como tal, es una buena opción para muchos pacientes, especialmente los menores de 45 años. El procedimiento suele recomendarse a los pacientes con graduaciones elevadas de miopía o hipermetropía, porque a menudo la córnea no es lo suficientemente gruesa como para ser tratada con seguridad con otros procedimientos, como por ejemplo la cirugía con láser.

La implantación es permanente o hasta que usted decida que quiere retirarla. La ICL tiene la ventaja de ser removible y que se fabrica específicamente para cada paciente. Su potencia se determina tras una serie de mediciones exhaustivas en la clínica.

¿De qué está hecha la ICL?

La ICL está hecha de un material formado por un polímero que contiene una pequeña cantidad de colágeno purificado. Es estable y biocompatible y se utiliza desde hace muchos años en las lentes que se implantan durante la cirugía de cataratas. La lente también contiene un filtro ultravioleta (UV).

Hay que tener en cuenta algunas cosas antes de la operación:

  • No lleve lentes de contacto blandas durante los 7 días anteriores a la intervención (o según se le aconseje).
  • No lleve maquillaje ni perfumes el día de la operación.
  • Tome los medicamentos prescritos como de costumbre a menos que los doctores en las visitas previas le hagan alguna observación.
  • Deberá estar en ayunas al menos 5 horas antes de la intervención. Sin embargo, si tiene otras enfermedades, como la diabetes, los médicos hablarán con usted sobre sus necesidades específicas de ayuno.

La intervención de ICL se realiza en la clínica. Se le administrará un sedante para que esté relajado durante la intervención y el anestesista se asegurará de que esté cómodo durante todo el proceso.

Se utilizan gotas anestésicas para adormecer el ojo y el cirujano colocará un pequeño instrumento entre los párpados para evitar el parpadeo. Es posible que note algunas luces brillantes del microscopio, pero no verá el procedimiento mientras se lleva a cabo.

La lente personalizada se introduce en un inyector especial y el cirujano hará una pequeña abertura por la que introducirá la ICL. Una vez dentro del ojo, la ICL se desplegará y se colocará. Sólo pasará entre 20 y 30 minutos en el quirófano, pero estará en la clínica durante 2 ó 3 horas. Normalmente los ojos se tratan con un mínimo de una semana de diferencia.

Tras la intervención tendrá que acudir a la clínica a las revisiones indicadas para asegurar que todo va bien. Generalmente estas revisiones se hacen al día siguiente de la cirugía, a la semana y al mes, momento en que se da el alta al paciente.

La gran mayoría de los pacientes pueden reanudar sus actividades normales una semana después de la operación de ICL. Sin embargo, es recomendable no conducir hasta que se le indique que es seguro hacerlo y tomar las precauciones indicadas por el doctor en cada caso.

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