En un informe impulsado por el Club de Exportadores, bajo el título “Relaciones económicas y empresariales de la Unión Europea con los países ASEAN y sus implicaciones para España”, del que es autor Ramón Gascón, se subraya que la política exterior española continúa muy lejos de la que han adoptado otras potencias de la Unión Europea, a pesar de que estos 10 países se han convertido en los últimos años en el centro más dinámico y con mayor potencial económico del mundo.
De hecho, como pone de relieve el propio informe, presentado hoy de forma online, si España aprovechase las oportunidades económicas que presentan estos países “podría facilitarse la transformación del modelo productivo español hacia segmentos de mayor valor añadido”. No obstante, el aprovechamiento de este potencial exigiría de nuestra Administración y de nuestras empresas “un aumento de nuestra presencia, capacidad de análisis y de acción en la zona”.
En contraste con la posición que ostenta la Unión Europea, actualmente el máximo socio comercial e inversor en la zona del Sudeste Asiático, con una presencia muy destacada de Alemania, Francia y Países Bajos, las relaciones comerciales y económicas entre España y ASEAN, si bien describen una línea ascendente, “continúan siendo insuficientes y, de manera crítica, muy reducidas en relación con su enorme potencial”.
Los bienes exportados de España a ASEAN alcanzaron la cifra de los 3.800 millones de euros en 2019, mientras que las importaciones de mercancías provenientes de la zona llegaron a los 9.570 millones de euros. Por su parte, la inversión extranjera directa española apenas llega a los 100 millones.
Los diez países que forman ASEAN, llamados a convertirse en el futuro en un “mercado común de la zona del Pacífico Sur”, concentran una población total de 661 millones de personas, colocándose como el tercer territorio más poblado de Asia, por detrás de China e India. Además, se estima que dentro de 40 años la población total alcance los 800 millones de personas. Se trata de un aspecto a tener muy en cuenta a la hora de valorar el dinamismo económico futuro de la región, pues otros países, como China, están moderando su crecimiento poblacional, y Japón, incluso, perdiendo población.
Actualmente ASEAN representa un PIB combinado de alrededor de 3,8 billones de dólares, lo que, de ser un país, le situaría en el noveno puesto mundial en términos económicos. Además, el reciente acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP) firmado entre quince países de Asia y Oceanía (concretamente ASEAN, Australia, China, Corea del sur, Japón y Nueva Zelanda), permitirá que, en 2030, esta área se convierta en el cuarto bloque económico más relevante del mundo.
Recomendaciones para impulsar la presencia en la zona
Con el fin de que las empresas españolas aprovechen el potencial de crecimiento y las oportunidades de negocio del sudeste asiático, el informe del Club de Exportadores recoge una batería de propuestas y recomendaciones en el ámbito de las relaciones internacionales, la financiación, la información y la formación y la inteligencia económica.
En concreto, en el campo de las relaciones institucionales, considera que debe hacerse un esfuerzo para fortalecerlas, lo que aconsejaría obtener el apoyo de la Corona, aumentar el flujo de visitas oficiales en los dos sentidos y promover una relación más fluida entre la Administración española y las Administraciones de países ASEAN, mediante la celebración de encuentros y seminarios y el establecimiento de Cámaras de Comercio oficiales españolas.
Asimismo, el Club de Exportadores cree aconsejable una mayor coordinación entre las Administraciones públicas españolas, comenzando por la propia Administración central. “Existe la percepción en el tejido empresarial de que, en ocasiones, la estrategia que siguen el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Secretaría de Estado de Comercio no es coincidente”, señala el informe.
En materia de financiación, aun disponiendo España de unos instrumentos públicos que se consideran adecuados por el sector, el informe subraya que su gestión “podría ser notablemente mejorada y su importe incrementado”, dado que es considerablemente menor al de otros países miembros de la UE. Al mismo tiempo, recomienda “agilizar y simplificar la tramitación de los instrumentos financieros”. A este respecto, pone el ejemplo del procedimiento de tramitación del Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM), que es “excesivamente largo y complejo, y, su importe, proporcionalmente muy inferior al de instrumentos similares de Francia, Inglaterra o Alemania”.
También recomienda el informe del Club de Exportadores a la Administración hacer un esfuerzo en materia de información y de formación orientado a identificar los países y los sectores que ofrecen mejores oportunidades, y explicar la actuación en la zona que lleva adelante la Unión Europea.
Asimismo, resultaría de gran interés dar a conocer a las empresas los organismos e instrumentos de ayuda existentes, incluidos los que ofrecen los organismos multilaterales que operan en la zona, y dar un impulso a la negociación de nuevos acuerdos comerciales o de asociación económica desde la UE, en los que se recoja “en la mayor medida de lo posible, los temas de mayor relevancia para sus intereses”. Asimismo, se considera muy importante impulsar por parte del Gobierno español Acuerdos de Protección Recíproca de Inversiones.
Finalmente, dentro del epígrafe de inteligencia económica, el Club de Exportadores propone reforzar “la capacidad y la actuación de las embajadas como agentes de producción de inteligencia económica sobre los países en los que actúan”. Esta tarea debería incluir la identificación de los sectores que ofrecen mejores oportunidades para las empresas españolas y el seguimiento de las actuaciones que desarrollen otros países competidores. Asimismo, en el informe se echa en falta una mayor cooperación entre empresas españolas, con el fin de que, en la medida de lo posible, eviten competir entre ellas y opten por acuerdos de asociación.