En la situación empresarial actual, la transformación digital acorta los tiempos de respuesta y por ello es fundamental contar con equipos y metodologías que agilicen las soluciones.
Una de las mejores maneras de poner en marcha las soluciones tecnológicas más adecuadas para cada empresa es contar con una empresa externa que les dé forma a los procesos de automatización de las infraestructuras y aplicaciones, de manera que se pueda añadir celeridad a la puesta en producción.
Se trata de soluciones IT, es decir, soluciones especialmente pensadas para el soporte técnico y el desarrollo de soluciones objetivas para cada empresa en particular. A través de Devops, que es una metodología de creación y desarrollo de software que está basada en la integración del trabajo de desarrolladores de software y de administradores de sistemas se ponen en marcha distintas herramientas específicas que permiten la creación de un sistema de despliegue automatizado, con distintos flujos repetibles y fiables en un solo clic.
Actualmente los procesos de venta digital B2B están relacionados con los diferentes canales de ventas. El B2B (Business to business) negocio a negocio, hace referencia a las transacciones comerciales que se realizan entre dos empresas (ya sea un fabricante y un distribuidor o un distribuidor y un comercio minorista, por ejemplo). Es por ello que cada vez son más necesarias soluciones digitales B2B para que el software se centre en acortar los ciclos, implementándose de manera más eficaz y realizando lanzamientos más confiables, de forma paralela a los objetivos comerciales de la empresa.
A la hora de analizar técnicamente y de forma particular el negocio de cada cliente se trata de garantizar que las soluciones propuestas sean lo más convenientes posible para garantizar el rendimiento de la oferta de Cloud computing (servicios en la nube, siendo acorde con los retos que propone cada cliente y con sus objetivos de negocio). La arquitectura cloud es la responsable de poner en marcha una estructura de Cloud computing en una empresa. Entre sus funciones se encuentran todo lo que está relacionado con los servidores, las soluciones de almacenamiento, las plataformas, la conectividad y el software, todo ello dependiendo del tipo de modelo de cloud (nube) elegido. Puede ser privado, público o un sistema híbrido. Este último sistema aporta flexibilidad y seguridad y responde a los clientes que solicitan requisitos especiales debido a su envergadura.
Entre los servicios que se ofrecen se encuentra la construcción y adecuación de los diferentes procesos de automatización de infraestructura y aplicaciones para agilizar la puesta en producción. Igualmente procesan y preparan los datos para transformarlos en analizables, gestionables y útiles.
Obviamente la implementación de todas estas acciones se realiza de forma totalmente segura, ya que se fusionan los conocimientos en ciberseguridad con los de gestión de entornos cloud. Estos servicios se realizan las 24 horas del día para poder dar respuesta continuada a los retos del día a día y a las nuevas necesidades tecnológicas que se le vayan presentando a las empresas. De esta forma se maximiza el rendimiento de las herramientas de cada proveedor cloud, se optimizan los costes y se tienen en cuenta mayor variedad de tecnologías.