Aprobada hace dos años durante la 72 Asamblea Mundial de la Salud por la OMS, la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2022, aunque en España todavía se desconoce cuándo se aplicará. id:72414
El próximo 1 de enero de 2022
entrará en vigor la undécima Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), que sustituirá a la actual CIE-10,
aprobada en 1990, aunque en España no se sabe cuándo estará activa, ya que la CIE-10 no se implantó en los sistemas de forma general hasta 2016, y en Cataluña hasta 2018.
La CIE tiene como objetivo establecer un
registro mundial de estadísticas relacionadas con la morbilidad y la mortalidad por diversas enfermedades y facilitar a la medicina de sistemas de reintegro y soportes de decisión automática.
“Mediante la CIE, la OMS recolecta, procesa y compara sus estadísticas internacionales sobre todas las enfermedades registradas”, explica Ruth Cuscó, directora gerente de
ASHO, empresa líder en codificación hospitalaria.
Esta clasificación es clave para la gestión de la codificación hospitalaria. La CIE se usa en la práctica para traducir diagnósticos de enfermedades y otros problemas de salud en códigos alfanuméricos, lo cual permite el almacenamiento, la recuperación y el análisis de los datos para el aprendizaje global.
La clasificación fue aprobada hace ya dos años (28 de mayo de 2019) durante la 72 Asamblea Mundial de la Salud de la OMS, e introduce
nuevos parámetros y clasificaciones.
“La clasificación pedía ya un cambio, la forma de definir algunas enfermedades y los modos de análisis han cambiado durante todos estos años”, destaca la experta.
“Además”, destaca Ruth Cuscó,
“la OMS ha dejado suficiente tiempo para que los profesionales de la sanidad, proveedores y codificadores se adapten al cambio”, aunque la experta añade que
“en España no se sabe cuándo se aplicará". ¿Qué cambia? La CIE-11 trata de reversionar el actual sistema primando el principio de utilidad clínica, esto es, centrarse en facilitar a los profesionales, las familias y administradores la toma de decisiones en la práctica.
“Un lenguaje sanitario codificado y único mejora la gestión sanitaria “, valora Ruth Cuscó.
La nueva clasificación cambia la forma de categorizar los trastornos psicóticos y la esquizofrenia estableciendo diferentes subtipos en función de la presencia o la gravedad.
“El objetivo es mejorar los tratamientos, personalizándolos más en función de la afectación y el impacto en el día a día de la persona”, explica Ruth Cuscó.
Por otro lado, establece cambios significativos, en la clasificación de las enfermedades. Una decisión, muy celebrada por los colectivos de igualdad de derechos es la
supresión de la transexualidad como trastorno mental y desorden por identidad de género, incluyendo este colectivo a la categoría de comportamientos sexuales.
Además, incluye otras enfermedades
“pujantes debido a las nuevas realidades sociales”, en opinión de Ruth Cuscó, como la adicción a los videojuegos, comportamiento que se incluye en el marco de los trastornos por comportamientos adictivos.
Un lenguaje único La existencia de este lenguaje único universal para tipificar las enfermedades ha hecho posible una monitorización efectiva de la progresión de la pandemia de la covid-19, así como de la clasificación y análisis de sus amplios síntomas, trayendo más efectividad.
“Unificar el lenguaje de codificación aporta unas relevantes ventajas para gestión sanitaria” añade Ruth Cuscó.