En este sentido, el CSCAE informa de que, entre enero y marzo de este año, se visaron más de 7 millones de metros cuadrados, casi 400.000 más que el primer trimestre de 2020, pero un 14,4 % menos que en 2019. “El dato es más positivo si pensamos que el enero y febrero del 2020 fueron meses ‘normales’, aunque la actividad se paralizó a mediados de marzo”, apunta la experta.
Esta amortiguación de la caída se explica por el buen comportamiento de la rehabilitación residencial y no residencial y a la obra nueva de carácter no residencia, indica Anna Puigdevall, quien destaca “la resistencia de la obra nueva a todo el periodo de crisis”, como consecuencia de los cambios en las preferencias del consumidor. “Los confinamientos han mostrado que el hogar es un espacio de convivencia e incluso de trabajo, lo que ha llevado a la gente a hacer obras de rehabilitación.”
¿Recuperación a la vista?
“Hablar de recuperación con estos datos sería aventurarse demasiado”, opina la experta, quien destaca que todavía hay una brecha de “más de un millón de visado”, que separa al sector de la normalidad.
“Hay que tener en cuenta que los visados de obra nueva no habían recuperado niveles previos a la crisis financiera de 2008”, apunta Anna Puigdevall, que por otro lado señala que “los datos de rehabilitación han crecido más de un 5 % con respecto a 2019”.
Los datos, por lo tanto, son el reflejo de la situación que se vive en el mercado inmobiliario, de acuerdo con la experta. “El escenario es de una lenta recuperación, que está condicionada por factores que todavía no sabemos cómo se van a comportar”. Por otro lado, la experta considera que este tipo de datos son “brotes verdes para el sector”.
En este sentido, Anna Puigdevall señala que el avance de la vacunación es el principal factor del que depende que esta recuperación se haga en forma de V. “Está demostrando ser un indicador eficaz de la sensación de vuelta a la normalidad”, opina.
Por otro lado, la experta apunta como esencial la evolución de las condiciones de financiación por parte de los bancos, que actualmente son muy rígidas o la implicación que puedan tener ayudas estatales como los fondos europeos.