El espacio Schengen alberga a más de 420 millones de personas, repartidas en 26 países. La supresión de los controles en las fronteras interiores entre los Estados Schengen forma parte del modo de vida europeo: casi 1,7 millones de personas residen en un Estado Schengen y trabajan en otro. Las personas han construido sus vidas en torno a las libertades que ofrece el espacio Schengen, y 3,5 millones de ellas se desplazan cada día de un Estado a otro de la zona Schengen.
La libre circulación de personas, bienes y servicios se halla en el corazón de la Unión Europea y es fundamental para la recuperación de Europa tras la crisis del coronavirus. Con la Estrategia de ayer, la Comisión hace balance de los retos a los que se ha enfrentado el espacio Schengen en los últimos años y marca una senda que permite conservar las ventajas de Schengen. Es necesaria una acción común a escala de la Unión para que los Estados miembros puedan hacer frente a los retos actuales.
El buen funcionamiento del espacio Schengen se basa en tres pilares: la gestión eficaz de las fronteras exteriores de la UE, el refuerzo de las medidas internas para compensar la ausencia de controles en las fronteras interiores, en particular en materia de cooperación policial, seguridad y gestión de la migración, y la garantía de una preparación y una gobernanza sólidas, lo que incluye completar Schengen. Para fomentar la confianza mutua en la aplicación de las normas de Schengen, la Comisión también presentó ayer una propuesta que pretende revisar el mecanismo de evaluación y seguimiento de Schengen.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró: «La libertad de desplazarse, vivir y trabajar en diferentes Estados miembros es una libertad muy apreciada por los europeos. Es uno de los mayores logros de la UE, pero las diferentes crisis y retos nos han demostrado que no podemos dar por sentado Schengen. Hoy presentamos una senda que permitirá que Schengen supere la prueba del tiempo y que garantizará la libre circulación de personas, bienes y servicios en cualquier circunstancia, a fin de reconstruir nuestras economías y para que salgamos juntos más fuertes».
El vicepresidente para la Promoción de nuestro Modo de Vida Europeo, Margaritis Schinas, comentó: «La circulación sin trabas dentro del espacio Schengen es esencial para nuestro modo de vida europeo. Schengen es una máquina bien engrasada, pero como cualquier máquina, para superar la prueba de tiempo, es necesario consolidar y reforzar constantemente sus cimientos. Hoy establecemos una nueva manera de avanzar que garantiza la seguridad y la movilidad de los ciudadanos de la UE al tiempo que se impulsa la resiliencia de Schengen frente a los desafíos. Por supuesto, Schengen no está completo sin todos nuestros Estados miembros. Un espacio Schengen más inclusivo será un espacio Schengen más fuerte y seguro».
Por su parte, la comisaria de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, declaró: «Con la estrategia de Schengen de hoy, seremos más fuertes de cara al exterior para ser más libres de cara al interior. Gracias a unos sistemas informáticos modernos se mejorará la gestión de las fronteras exteriores, al tiempo que una mayor cooperación policial y la gestión común de la migración contribuirán a reforzar el espacio Schengen sin controles fronterizos. La Estrategia de hoy fomentará la confianza y la gobernanza para que podamos anticiparnos, prepararnos y reaccionar mejor; me comprometo a garantizar que todos los Estados miembros desempeñen su papel».
La estrategia tiene los objetivos siguientes:
Un mecanismo de evaluación revisado para aumentar la confianza
A fin de fomentar la confianza común en la aplicación de las normas de Schengen y asegurarse de que se detectan y corrigen rápidamente las deficiencias, la Comisión propuso revisar el mecanismo de evaluación y seguimiento de Schengen. Entre los cambios, cabe mencionar la agilización del proceso de evaluación, así como un procedimiento rápido en caso de que se produzcan deficiencias importantes que puedan poner en peligro Schengen en su conjunto. También se prestará más atención política a las evaluaciones de Schengen, ya que sus resultados se incluirán en el informe anual sobre el estado de Schengen y se debatirán con el Parlamento Europeo y el Consejo. El mecanismo revisado también prevé la supervisión reforzada del respeto de los derechos fundamentales.
Contexto
Hace treinta y seis años, cinco Estados miembros acordaron suprimir los controles fronterizos entre sí. Actualmente, en el espacio Schengen, en el que no hay controles en las fronteras interiores, viven más de 420 millones de personas, repartidas en veintiséis Estados europeos. El espacio Schengen está compuesto por todos los países de la UE excepto Bulgaria, Rumanía, Croacia, Chipre e Irlanda. También forman parte cuatro países no pertenecientes a la UE: Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
Es preciso actualizar las normas de Schengen para adaptarlas a los retos cambiantes. Para construir un espacio Schengen más resiliente, la presidenta Von der Leyen anunció en su discurso sobre el estado de la Unión de septiembre del año pasado que la Comisión presentaría una nueva estrategia para el futuro de Schengen.
Esta estrategia se basa en amplias consultas con los diputados del Parlamento Europeo y los ministros de Interior reunidos en el Foro de Schengen en noviembre de 2020 y mayo de 2021.