Por otro lado, tuvo lugar la primera cumbre de la OTAN en la era de Joe Biden, que ha servido para visibilizar el compromiso de la nueva Administración estadounidense con una Alianza cuya utilidad fue cuestionada por el anterior presidente. La organización apunta claramente como principal amenaza hacia Rusia, que aparece mencionada 61 veces en el comunicado final de la cumbre. Pero los 30 miembros de la OTAN subrayan también el “desafío sistémico” que supone China, que aparece mencionada 10 veces en el comunicado. Varios aliados han sufrido ciberataques en los últimos meses, desde el que afectó a las bases informáticas del sistema de salud en Irlanda al que paralizó un oleoducto en EE. UU. Aunque en principio los ataques son reivindicados por grupos de piratas informáticos a la caza de un rescate multimillonario, las autoridades occidentales sospechan que en ciertos casos puede tratarse de técnicas desestabilizadoras para la economía y la democracia orquestadas o toleradas por gobiernos autoritarios. En ciertas circunstancias uno de estos ataques podría ser equiparado a un ataque armado”. “Estamos preocupados por las políticas de coerción [de Pekín]” y recuerdan que “China está expandiendo rápidamente su arsenal nuclear” y mantiene “la opacidad sobre el desarrollo de su modernización militar”. Entre los aliados, sin embargo, hay numerosos matices sobre la relación con Pekín y varios de los países europeos, como Alemania o Francia, se resisten a embarcarse en una especie de guerra fría con el gigante asiático. Pero a pesar de las reticencias europeas, la Alianza endurece progresivamente su tono hacia China. La OTAN ya había identificado a ese país como uno de sus principales desafíos en la cumbre de diciembre de 2019, en gran parte por la presión de Trump. El presidente Biden ha redoblado esa presión. Pekín reclamó este martes a la OTAN que “deje de exagerar la teoría de la amenaza china”: “No deben usar nuestros legítimos intereses y derechos como excusas para manipular y crear enfrentamientos artificiales”, afirmó un portavoz de la Misión de China ante la Unión Europea.