Según su presidente Julián Corriá lamenta estas subidas “que se están produciendo de forma gradual e imparable y que ahora se aceleran con estas dos subidas, lo que supone un añadido sustancial a la partida de gasto energético que soportan las empresas de almacenaje frigorífico y que representa un 40% del coste total de explotación”.
Nuestras empresas asumen el 1 de junio un incremento de precios en las tarifas de los peajes que estaba previsto y ahora el mercado nos sorprende con nuevos incrementos que no estaban previstos en el mercado energético ni en nuestra gestión empresarial y lo que es peor, es que no sabemos es hasta cuándo van a continuar.
El problema es muy grave para las empresas ya que se han cerrado contratos con clientes a un precio determinado y ahora los costes se incrementan sin que podamos repercutirlos en terceros, lo cual nos aboca a unas pérdidas que ponen en peligro las empresas y el empleo.
El coste de la energía eléctrica es vital para nuestra subsistencia. La factura eléctrica de una empresa dedicada al almacenamiento frigorífico representa en torno al 40% de su cuenta de explotación y, además, la fiscalidad ligada a la energía es altísima y estamos excluidos por CNAE de las ayudas en bonificación del Impuesto Eléctrico. Además, no conseguimos ayudas a la eficiencia energética de forma directa porque la Administración no nos considera “industria”, cuando transportamos y almacenamos cada día miles de toneladas de alimentos y otros productos perecederos, que son prioritarios para el bienestar ciudadano.
El sector, con siete millones de m3 de almacenes, mantiene miles de puestos de trabajo. Los túneles de congelación alcanzan unas 1.200 Tm/24 horas y la producción de hielo, tanto tradicional como en cubitos o escamas se cifra en torno a las 1.500 toneladas al día.