El color es la genética de esta colección con el blanco como protagonista, mezclado con los neones, brillos y efectos ópticos creados con la superposición de diferentes texturas, así como la experimentalidad, tanto en los materiales como en las formas. La silueta se renueva creando ventanas que dejan ver el cuerpo, agujeros creados a base de un patronaje muy cuidado para renovar el concepto de sensual.
Las piezas imprescindibles son los vestidos cortos y muy ceñidos, realizados con materiales experimentales en colores neón o transparentes, neopreno, nylon o lentejuelas de brillos nacarados. Estos se cubren con sudaderas deportivas con mensajes como “Wake up world”, “Beauty of truth”,” Born fearless” o “Life storm” de colores vibrantes, bordados y patch que añaden un nuevo estilo sin renunciar al comfort. No se pueden olvidar tampoco los bodycons, a medio camino en una pieza para el agua o para la noche más salvaje.
Los asistentes del Teatro Campoamor han podido disfrutar de esta propuesta de Custo Barcelona que, más que una recopilación de looks que desfilan en una pasarela, se erige como un punto de inflexión conceptual ante los tiempos en los que estamos inmersos.