Sin embargo, el origen de esta isla milenaria se remonta a los tiempos de la civilización Maya. Era entonces un recóndito territorio clave para los navegantes mayas y lugar de peregrinaje para las mujeres jóvenes que depositaban ofrendas a la diosa en su tránsito a la edad adulta.
Cuando Francisco Hernández de Córdoba recaló en la isla en el año 1517 quedó fascinado por el reguero de iconos mayas dedicados al culto de Ixchel. Ella, la mujer arcoíris, venerada como la diosa del amor, la fertilidad, los ciclos lunares y la medicina, representaba la conexión con la tierra, la siembra y las cosechas. El descubridor, maravillado por la belleza e intensidad de las figurillas femeninas (que también representaban a las diosas Ixbunic e Ixbunieta) decidió bautizar aquella tierra con el nombre de “la isla de las mujeres”.
Cómo llegar
Arribar a la isla es muy sencillo: en ferry desde la Zona Hotelera de Cancún, Puerto Juárez o Punta Sam. Este último es el más económico, el inconveniente es que se encuentra a 20 kilómetros de la capital y la travesía dura unos 45 minutos, mientras que los trayectos desde las dos primeras ubicaciones apenas alcanzan los 20 minutos.
Paseos en bicicleta, motonetas, alquiler de carros de golf, visitar templos mayas, disfrutar de su variada gastronomía....
Una excelente forma de conocer cada uno de los rincones de la isla es en bicicleta. Por sus dimensiones —8 kilómetros de largo y 2 en su punto más ancho— permiten disfrutar de bellísimos paseos aptos para todos, aunque también se alquilan motocicletas de pequeña cilindrada (motonetas) y carros de golf.
Visitar los vestigios del templo maya dedicado a Ixchel y el parque con las 23 esculturas de la diosa en Punta Sur es uno de los grandes atractivos de la isla. También la Hacienda Mundaca que, como un pequeño TajMahal caribeño, fue construida por Fermín Antonio Mundaca y Marecheaga, un pirata negociante de esclavos, para una bella trigueña de la que se enamoró. Hoy sólo se conservan las ruinas: un arco, un pozo y algunas paredes. En cualquier caso, evocador.
Los paladares gourmet no pueden dejar de probar el pescado TikinXic, hoy un clásico de la gastronomía de Yucatán, cuyas raíces se encuentran en Isla Mujeres. Su nombre, de origen maya, se refiere a la aleta del mero y se cocina a la brasa sobre una base de hojas de plátano frescas.
Aparte de los planes culturales, gastronómicos y arqueológicos y otras experiencias naturales como disfrutar del desove de las tortugas, Parque Garrafón (ubicado en la playa homónima) ofrece diferentes paquetes de actividades que incluyen la práctica de esnórquel, una práctica de buceo a ras de agua. Navegación en kayak, deslizarse en tirolina sobre el mar y otros deportes acuáticos (submarinismo, windsurf o Paddle Surf). El nado con delfines se ha convertido en una de las aventuras estrella de la isla. De ello se encarga el operador de parques The Dolphin Company, un sello comprometido con el cuidado del medioambiente y el bienestar animal.