En efecto, la entrega correcta y en plazo de los productos adquiridos, por ejemplo, en las tiendas online es uno de los puntos calientes de este tipo de negocio y uno de los más valorados por el consumidor. Retrasos, confusiones, pedidos equivocados, mercancía deteriorada, gastos de envío poco asequibles provocan la mayoría de las quejas de los clientes, además del rechazo a repetir la experiencia. Por supuesto, tales desaciertos afectan directa y muy negativamente en la reputación de la empresa.
Las tareas de logística no siempre son tan sencillas como parecen, mucho menos cuando las circunstancias obligan a competir en mercados saturados por el crecimiento exponencial de la demanda. Cómo no, la pandemia ha contribuido de forma significativa a la modificación de las prioridades operativas. Este es otro de los factores que ha empujado a muchas empresas a derivar su logística hacia compañías especializadas. De hecho, y según el Global Business Pulse de GrantThornton sobre el impacto de la pandemia en el tejido empresarial, el 40% de las PYMES españolas asegura haber externalizado alguno de sus servicios después del inicio de la misma.
Si hablamos de la expansión internacional (exportaciones), la gestión interna de los almacenes, las devoluciones o los costes de un departamento logístico propio, las apuestas por la subcontratación se disparan.
Qué servicios básicos ofrece un operador logístico externo
Servicio de transporte (distribución de envíos y valores de entrega: urgencia, puntualidad, seguridad y eficiencia).
Servicio integral para comercio electrónico (módulos de integración, gestión de pedidos y stock).
Servicio de preparación de pedidos.
Servicio de embalaje con modelos sostenibles y adaptados al tipo de mercancía.
Logística inversa (devoluciones).
Ventajas de externalizar el proceso logístico
Especialistas como Logística Soyco señalan las siguientes ventajas fundamentales para externalizar la logística, tanto para emprendedores como para compañías consolidadas:
Ahorro en los costes fijos asociados a la gestión interna del proceso.
Reducción de la carga de trabajo, el tiempo y la inversión. La estructura de la empresa se aligera y se pueden destinar los recursos economizados al desarrollo de nuevas estrategias de negocio.
Mayor oferta de servicios, digitalización e innovación. El operador logístico tiene capacidad suficiente para invertir en la tecnología más puntera. La externalización permite escoger entre una extensa variedad de servicios innovadores, evitando de este modo el desembolso de recursos propios en I+D+i.
Mayor calidad del servicio con el consecuente incremento de la satisfacción de los clientes.
Apoyo y experiencia. Contratar un operador logístico especializado en la gestión de mercancías supone la aplicación inmediata de su soporte tecnológico y su experiencia en el mercado.
Facilidad para implantarse en otros países de manera sencilla, incluida la engorrosa gestión aduanera.
Tranquilidad ante picos de actividad. El operador se adapta fácilmente a los ritmos del mercado gracias a su experiencia y su flexibilidad en la creación de operativas adaptadas a cada cliente y el constante flujo de trabajo, ofreciendo todos los medios tecnológicos necesarios para crecer y adaptar su operativa a cada situación.
Gestión del riesgo. Es este un elemento fundamental a la hora de garantizar la integridad de todos los elementos, mercancías, y, por supuesto, la seguridad de los trabajadores. Los operadores logísticos disponen de certificados revisados periódicamente que aseguran su compromiso con la seguridad.